El presidente electo de EEUU, Donald Trump, contestó ayer a las amenazas de Corea del Norte en Twitter y aseguró que el régimen norcoreano no desarrollará un arma nuclear que pueda poner en peligro la seguridad de EEUU.

Trump reaccionó así al discurso de Año Nuevo que dio la víspera el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien anunció que Corea del Norte ultima los preparativos para lanzar otro proyectil balístico intercontinental, lo que subraya una vez más su apuesta por su programa nuclear y de misiles.

"Corea del Norte acaba de afirmar que está en la etapa final para desarrollar un arma nuclear capaz de llegar a zonas de EEUU. ¡No va a suceder!", aseguró el magnate en Twitter. Minutos más tarde, Trump lanzó otro mensaje para cargar contra China por su apoyo a Corea del Norte y su política comercial y monetaria, ya que el millonario neoyorquino considera que la devaluación del yuan por las autoridades chinas es "devastadora" para la economía estadounidense. "China ha estado tomando enormes cantidades de dinero y riqueza de EEUU (..), pero no ayudará con Corea del Norte. ¡Qué bonito!", reprochó Trump.

Además, el presidente electo nominó ayer al abogado Robert Lighthizer, representante adjunto de Comercio Exterior durante el Gobierno de Ronald Reagan y conocido por sus duras críticas hacia China, para que sea el nuevo representante de la oficina de Comercio Exterior, que negocia y supervisa los tratados comerciales.

Por otro lado, los republicanos del Congreso retiraron su propuesta para debilitar una entidad de ética independiente después de que Trump cuestionara en Twitter la iniciativa, que ayer iba a someterse al voto del pleno.

En una reunión de urgencia a puerta cerrada, los líderes republicanos de la Cámara baja, Paul Ryan (que fue reelegido ayer como presidente de la Cámara de Representantes) y Kevin McCarthy, consiguieron imponer su voluntad y que la medida no fuese debatida ayer en el Congreso, una acción que sofocó la pequeña rebelión iniciada la noche antes en otro encuentro a puerta cerrada.

Entonces, sin previo aviso, varios legisladores votaron a favor de una iniciativa para colocar la Oficina de Ética del Congreso (OCE), ahora independiente, bajo la jurisdicción del Comité de Ética de la Cámara baja, acusado en el pasado de ignorar acusaciones creíbles contra congresistas.

La marcha atrás de los republicanos se produjo sólo dos horas después de que Trump cuestionara la maniobra de sus compañeros, criticando en Twitter que "con todo en lo que el Congreso tiene que trabajar", conviertan en "prioridad" el "debilitar" la OCE, a pesar de "lo injusta que pueda ser".