Ucrania y la Unión Europea (UE) avanzaron en su asociación comercial al poner fecha a la entrada en vigor del acuerdo, el 1 de noviembre, aunque sofocaron la amenaza de una guerra comercial con Rusia al aplazar su aplicación hasta 2016. "No habrá ninguna excepción o ninguna modificación en el texto que yo firmé el 27 de junio en Bruselas", dijo el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.

Poroshenko se refería a las modificaciones exigidas por Moscú, quien considera que el Acuerdo de Asociación y la correspondiente creación de una zona de libre comercio entre Ucrania y los veintiocho socios europeos perjudicarán sensiblemente sus intereses. De hecho, el documento podría ya ser ratificado de manera simultánea el 16 de septiembre por el Parlamento Europeo y la Rada Suprema (legislativo ucraniano).

Poroshenko, que calificó el documento de "histórico, tanto para Ucrania como para la UE", adelantó que la primera reunión del consejo de dicha asociación se celebrará el 17 de noviembre. "Me he dirigido al presidente de la CE con la petición de un posible aplazamiento en la reducción de los aranceles para la entrada de los productos europeos en el mercado ucraniano", señaló en rueda de prensa. Además, desveló que abordó con Barroso la concesión de un tercer paquete de ayuda financiera europea para Ucrania de mil millones de euros. "Estamos muy cerca de lograr un compromiso y no albergo ninguna duda de que en estos difíciles tiempos la UE pondrá en marcha efectivos mecanismos de apoyo", dijo.

El ministro de Economía de Rusia, Alexéi Uliukáev, había advertido de que, si Ucrania y la UE no tenían en cuenta sus inquietudes, adoptaría medidas de protección de su mercado a partir de la entrada en vigor el Acuerdo de Asociación. "Si no nos escuchan, si nuestros socios consideran nuestros argumentos insignificantes y poco convincentes, entonces tomaremos las adecuadas medidas de respuesta", afirmó, en alusión a posibles barreras aduaneras y medidas fitosanitarias.

No obstante, tras mantener consultas trilaterales con Ucrania y la UE en Bruselas, el ministro ruso anunció un acuerdo in extremis para aplazar la implementación práctica del acuerdo hasta el 31 de diciembre de 2015. "Hemos encontrado una fórmula: durante 15 meses continuaremos el diálogo, presentaremos nuestros argumentos, nuestros colegas plantearán los suyos. En resumen, hasta el 31 de diciembre de 2015 el acuerdo no se aplicará", subrayó. Por su parte, la UE se comprometió a prolongar el trato preferencial para los productos ucranianos en el mercado europeo hasta que se aplique formalmente dicho acuerdo con el fin de echar una mano a la alicaída economía de este país.

El presidente ruso, Vladímir Putin, mantiene que la asociación entre Ucrania y los Veintiocho perjudicará a la economía rusa, ya que su mercado se llenará de productos europeos baratos y de buena calidad. En su momento, la negativa del Gobierno ucraniano de firmar la asociación con Bruselas provocó una ola de protestas antigubernamentales que desembocó en disturbios y, a la postre, en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich.

En el plano político, el presidente de la Comisión Europea llamó a Rusia a apoyar la paz en el este de Ucrania, donde, reconoció, "la situación es frágil", pese a que hoy se cumple una semana del alto el fuego acordado el pasado 5 de septiembre en Minsk. "Confiamos en los esfuerzos de Poroshenko y respaldamos su posición en relación con el arreglo de la crisis y su plan de paz. La UE y la Comisión Europea no cejarán en su esfuerzo de apoyar a Ucrania en este difícil período", dijo. Barroso destacó que la tregua es un "paso positivo", pero matizó que el alto el fuego no es suficiente y que es necesario lograr un "arreglo político" al conflicto "respetando la soberanía de Ucrania".

Al respecto, Poroshenko aseguró que la concesión de un estatus especial a las zonas de Donetsk y Lugansk controladas por los separatistas facilitará la pacificación del país, ya que permitirá a esas regiones elegir en las urnas a sus interlocutores para las negociaciones con Kiev. Y recordó que, además del cumplimiento de los puntos del Acuerdo de Minsk, el auténtico indicador de la estabilización en el este del país es el repliegue de las tropas rusas de territorio ucraniano y el cierre de la frontera ruso-ucraniana. A su vez, anunció la liberación de otros 57 militares ucranianos que había sido hechos prisioneros por las milicias separatistas prorrusas durante los últimos cuatro meses de combates. El líder ucraniano anunció el miércoles que cerca de 700 efectivos ya habían sido liberados y que se espera la liberación de otros 500 en los próximos días, canje que es uno de los puntos clave del protocolo de Minsk.