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La UE arremete contra Trump por su desafío al orden internacional

  • Alta tensión al inicio de la cumbre del G7 en Canadá por el desencuentro de Europa y EEUU

La cumbre de dos días de siete de los países más industrializadas (G7) comenzó ayer en la ciudad canadiense de La Malbaie en un tono de inusual confrontación entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y sus tradicionales aliados europeos. Poco antes de ir a Canadá, el jefe de la Casa Blanca insistió en que viajaba para exigir un trato justo en el comercio hacia su país, un tema que lo enfrentó en las últimas horas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que adoptó un tono inusualmente duro, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, arremetió contra Trump al afirmar antes del inicio que la cumbre "será la más difícil en años" y acusó a Trump de pretender el desafío de "cambiar el orden internacional". Tusk añadió en La Malbaie que las discusiones de los líderes del G7 "serán bastante difíciles" por los desacuerdos entre el mandatario de EEUU y sus aliados. También rechazó frontalmente la propuesta deTrump y del recién nombrado primer ministro italiano, Giuseppe Conte, de readmitir a Rusia en el G7.

"Siempre defenderemos los cimientos de las democracias liberales", avisa Tusk a Trump

"Dejemos el G7 como está ahora. El siete es un número de la suerte, al menos en nuestra cultura", afirmó Tusk poco antes de iniciarse la cumbre del grupo de las siete economías más desarrolladas en Canadá. "Es evidente que el presidente estadounidense y el resto del grupo siguen estando en desacuerdo sobre comercio, cambio climático y el acuerdo nuclear con Irán", afirmó Tusk. "Pero lo que más me preocupa es que el orden internacional basado en normas está siendo atacado. Y lo que es bastante sorprendente, no por los sospechosos habituales, sino por su principal arquitecto y garante, Estados Unidos", continuó Tusk.

El dirigente europeo también señaló que la UE seguirá intentando convencer al presidente estadounidense que "socavar este orden no tiene ningún sentido" porque sólo favorece a los que buscan un "nuevo orden en el que la democracia liberal y las libertades fundamentales dejarán de existir". "Quiero ser muy claro, los valores del mercado y el orden basado en reglas son principios por los que merece la pena luchar, y siempre los defenderemos, porque son los cimientos de las democracias liberales. De ninguna forma vamos a ceder en esto", terminó señalando Tusk.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que, aunque Trump cree que EEUU ha sido tratado de forma injusta en cuestiones de comercio por Europa y otras naciones, los europeos no quieren "negociar bajo amenazas". Juncker añadió que en esta cumbre se sabrá si se podrán "mantener conversaciones (con EEUU) sobre acero, aluminio y quizás otros productos".

El anfitrión de la reunión, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y su esposa, Sophie Grégoire Trudeau, recibieron uno a uno a los líderes de los otros seis países en los jardines del hotel, situado a orillas del río San Lorenzo y unos 140 kilómetros al noroeste de Quebec. Todos los líderes, excepto Trump y Conte, acudieron acompañados de sus cónyuges.

La cumbre se inauguró con un almuerzo de trabajo que será seguido por la tradicional foto de familia. Aunque la agenda se centraba en temas de igualdad de género, desarrollo económico más igualitario y la lucha contra la contaminación de plásticos en el océano, el programa saltó por los aires debido al desencuentro entre Trump y el resto de países que integran el G7 (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, EEUU, Canadá y Japón) más la UE.

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