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Un atentado en Pakistán deja, al menos, 19 muertos

  • Un ataque suicida en las proximidades de la mezquita roja de Islamabad deja diecinueve muertos, quince de ellos policías, y cuarenta heridos.

Al menos 19 personas murieron hoy y otras 40 resultaron heridas en un ataque suicida cerca de la Mezquita Roja de Islamabad, en vísperas del aniversario de la matanza del asalto a ese templo, que costó la vida de al menos 100 personas.

Según una fuente policial, citada por la cadena privada "Geo TV", quince de las víctimas eran policías, mientras que la ministra de Información, Sherry Rehman, cifró en trece el número de agentes fallecidos.

El atentado tuvo lugar en plena calle, en el mercado Melody Chowk, ubicado en las cercanías del templo, donde hoy estaban congregados cientos de estudiantes que participaban en una conferencia con motivo del primer aniversario del asalto a la mezquita.

El consejero de Interior, Rehman Malik, reveló que el cadáver del del suicida ha sido encontrado en el lugar del ataque y que se han formado dos equipos de investigación para esclarecer lo sucedido.

Una fuente del Ministerio del Interior dijo  que el objetivo del atentado han sido las fuerzas de seguridad.

"El suicida se dirigió a un pelotón de policías que estaban custodiando la manifestación e hizo estallar su carga", precisó la fuente, que calificó el hecho de "preocupante", ya que hacía muchos meses que la Policía no era blanco de ataques.

Según la fuente, el atentado de hoy guarda similitudes a otro perpetrado también en la capital paquistaní en abril de 2007, en el que murieron 13 personas, 8 de ellas policías.

Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona y las autoridades han decretado la alerta máxima en la capital paquistaní, mientras que los heridos, algunos de ellos en estado crítico, han sido trasladados a los hospitales.

El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, condenó el atentado y aseguró que los responsables serán llevados ante los tribunales.

El presidente, Pervez Musharraf, y otros destacados líderes políticos también se sumaron a la condena.

La Lal Masjid (Mezquita Roja), situada en el corazón de Islamabad, se convirtió a principios del año pasado en un foco integrista y su principal clérigo, Abdul Aziz, amenazaba con atentados suicidas en sus sermones si no se imponía en el país la ley islámica (sharia).

Tras varios intentos de negociación infructuosos, Musharraf, ordenó el despliegue de tropas y paramilitares alrededor del templo en el verano pasado.

Después de permanecer sitiada varios días, el 10 de julio se inició el asalto militar del templo en el que unas 100 personas perdieron la vida, según cifras oficiales, aunque una fuente de los servicios secretos elevó el número de víctimas a más de trescientas.

El asalto a la mezquita desató la ira de los extremistas que iniciaron una campaña de atentados contra las fuerzas de seguridad paquistaníes en distintos puntos del país, entre ellos Islamabad, pero que fue especialmente sangrienta en el cinturón tribal, cerca de la frontera con Afganistán.

La operación fue duramente criticada por la alianza islamista Muttahida Majlis-e-Amal (MMA), que responsabilizó a Musharraf del fracaso de las negociaciones.

A esa crítica se sumó la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HCRP), un organismo independiente, que condenó la forma "chapucera" de realizar la operación, denunció el uso "desproporcionado" y "arbitrario" de la fuerza y pidió una investigación de lo ocurrido.

El ataque de hoy es el tercer atentado que tiene lugar en la capital paquistaní en los últimos cuatro meses.

A mediados de marzo, una bomba lanzada contra un restaurante italiano acabó con la vida de una mujer de nacionalidad turca e hirió a otras 13 personas, la mayoría extranjeros.

En junio, ocho personas murieron y una veintena resultaron heridas como consecuencia de un ataque suicida perpetrado frente a la embajada danesa.

El nuevo Gobierno paquistaní, elegido tras los comicios de febrero, ha dado un giro a la política contra el terrorismo y ha iniciado un diálogo con aquellos insurgentes que opten por deponer las armas.

El Ejecutivo ha suscrito algunos acuerdos de paz, pero la violencia continúa, especialmente en el conflictivo noroeste y en el cinturón tribal paquistaní, donde las fuerzas de seguridad iniciaron hace nueve días una operación contra objetivos terroristas.

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