El Partido Conservador de la primera ministra británica, Theresa May, resultó vencedor en las elecciones municipales celebradas el jueves, mientras que los laboristas, el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y los liberaldemócratas perdieron escaños.

Después de que se difundieran los resultados de unos 2.000 escaños, se conoció que los conservadores habían ganado 230 asientos, los laboristas habían perdido unos 110, los liberales demócratas unos 30 y el UKIP los 41 que tenía de la anterior elección.

Muchos expertos creen que estos comicios en Gales, Escocia y parte de Inglaterra pueden ser un adelanto de lo que ocurrirá en las elecciones generales.

Si esta tendencia se mantiene, podría significar que los conservadores ganarán decenas de asientos parlamentarios en detrimento de su mayor rival, los laboristas, en las elecciones adelantadas del 8 de junio.

En total, había en juego 4.851 mandatos para las asambleas locales y en seis grandes zonas metropolitanas se elegía por primera vez a alcaldes regionales, entre ellas las áreas de Birmingham, Manchester y Liverpool.

La participación cayó en algunos distritos a menos de un 30% en medio del agotamiento electoral de la población, que viene de votar en elecciones generales en 2015, un referéndum en 2016 y se prepara para la nueva cita con las urnas en junio.

El politólogo Simon Usherwood, de la Universidad de Surrey, advierte que no debe sobrevalorarse el peso de las elecciones locales para las parlamentarias. Aún así, cree que estos resultados podrían ser un indicio de lo que ocurrirá en las generales.

May quiere asegurarse una mayoría cómoda en el Parlamento para contar con un fuerte respaldo en las negociaciones del Brexit.