El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, renunció ayer a su designación como secretario de Comercio por una investigación judicial que podría salpicarlo, lo que supone la primera baja del equipo del presidente electo Barack Obama. Richardson está en la diana de los jueces que tratan de determinar cómo una compañía que realizó contribuciones a sus actividades políticas logró un lucrativo contrato con el Gobierno de Nuevo México.
"Déjenme decir claramente que tanto yo como mi Administración hemos obrado debidamente, y que esta investigación lo pondrá de manifiesto", afirmó en una nota.
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