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La oposición a Musharraf arrasa en las elecciones en Pakistán

  • El Partido Popular de la difunta Benazir Bhutto gana los comicios aunque no logra la mayoría absoluta y tendrá que pactar para formar una coalición de Gobierno

Bailes desenfrenados, tiros al aire y dulces: la oposición paquistaní salió a la calle para celebrar no sólo su claro triunfo electoral, sino también el catastrófico resultado cosechado por la Liga Musulmana de Pakistán-Quaid (PML-Q).

Según los datos de la Comisión Electoral, correspondientes a 248 de 272 escaños parlamentarios, el Partido Popular de Pakistán (PPP) de la difunta Benazir Bhutto obtuvo 86 escaños, seguido de la también opositora Liga Musulmana-N (PML-N) del ex primer ministro Nawaz Sharif, con 65.La PML-Q que apoyó al régimen del presidente Pervez Musharraf quedó como tercera fuerza, con 37 diputados.

El resultado más trascendente de los comicios afecta a Musharraf. El diario The News tituló ayer: "La democracia se cobra venganza".

También la líder opositora Bhutto adelantó que la democracia sería la mejor venganza, poco antes de ser asesinada a fines de diciembre mientras celebraba un mitin electoral.

El atentado que le costó la vida y que sigue sin ser esclarecido por completo generó una ola de simpatía por su PPP que ahora se vio reflejada en un claro triunfo en las urnas. Como segunda fuerza del país emerge la también opositora PML-N.

Musharraf, al que la mayoría de los paquistaníes sigue considerando un dictador a pesar de su pública defensa de la democracia, no fue el único perdedor de estas elecciones. Los votantes también castigaron a los extremistas de la alianza Muttahida Majlis-e-Ammal (MMA), que triunfó en los comicios de 2002 en algunas regiones sacando provecho de la ola de simpatía por elementos religiosos desatada por la invasión estadounidense a Afganistán.

Los observadores extranjeros destacan otras buenas noticias tras las elecciones: por un lado, la cita del lunes no dio lugar al baño de sangre y la ola de atentados que se temía; por el otro, la PML-Q no logró manipular los comicios hasta el punto de torcer la voluntad de los votantes.

Para Musharraf, estrecho aliado de Washington que llegó al poder con un golpe de Estado en 1999 y que en otoño (boreal) de 2007 se hizo reelegir para un nuevo mandato de cinco años por el antiguo Parlamento, las elecciones son una verdadera "bofetada", concluye un diplomático occidental en Islamabad.

Con todo, el margen logrado por el PPP no llega a darle una mayoría absoluta. Representantes de ambas fuerzas opositoras, PPP y PML-N, comenzarán a negociar en breve, aunque el camino hacia una hipotética coalición está plagado de obstáculos.

Lo único seguro es que el próximo primer ministro surgirá de filas opositoras y ya no será una marioneta de Musharraf. El presidente no podrá gobernar sin control ni restricción alguna, como lo ha venido haciendo en los últimos ocho años.

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