Un atentado con bomba perpetrado en el sur de Afganistán acabó ayer con la vida de un soldado de la OTAN, según informó en un comunicado la ISAF. Siguiendo su política habitual, la fuerza internacional no ofreció detalles sobre la nacionalidad de la víctima o el lugar preciso del atentado. En el sur de Afganistán hay desplegados efectivos de EEUU, el Reino Unido, Holanda y Canadá.

Entre tanto, el Ejército estadounidense afirmó haber matado al menos a 15 islamistas talibanes en el este del país, aunque las autoridades de la provincia de Laghman señalaron que las víctimas serían 21, y todas civiles.

La ofensiva tuvo lugar en el distrito de Mehtar Lam, unos 60 kilómetros al noreste de la capital afgana, e iba dirigida contra un líder talibán que supuestamente había organizado acciones armadas en Kabul, Laghman y la vecina región de Kapisa. "Este comandante talibán es conocido por traer combatientes extranjeros y armas a la región para llevar a cabo ataques contra las fuerzas de la coalición", aseguró el mando militar, que también lo relacionó con la muerte de diez soldados franceses de la OTAN en una emboscada talibán en la provincia de Kabul el verano pasado.

Las tropas estadounidenses se enfrentaron contra los insurgentes armados, tras lo cual aviones estadounidenses de la coalición iniciaron un bombardeo y mataron a cuatro de ellos, según el comunicado. Se registraron también después varios enfrentamientos y, en total, 15 insurgentes, uno de ellos mujer, perdieron la vida. Las tropas extranjeras recuperaron abundante armamento en los refugios de los insurgentes, incluidos diez fusiles.