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La reforma laboral italiana le cuesta a Renzi su primera huelga general

  • El transporte es el sector más afectado en una jornada en la que se vivieron incidentes en ciudades como Roma, Turín o Milán

El transporte fue el sector más afectado en la primera huelga general contra el Gobierno de Matteo Renzi, convocada por los dos principales sindicatos de Italia en protesta por las políticas de su Ejecutivo, con movilizaciones en la mayoría de las ciudades del país.

Las tres líneas del metro de Roma permanecieron cerradas y el transporte público de la capital funcionó de forma irregular, al igual que en otras grandes ciudades del país, donde los medios de transporte no operaron o lo hicieron de manera restringida.

Este paro también provocó problemas en los aeropuertos, donde las principales compañías se vieron obligadas a retrasar o cancelar algunos de sus vuelos y a ofrecer a sus pasajeros la alternativa de cambiar el billete de forma gratuita o reembolsar su coste.

En Turín se desarrolló una manifestación con participación de la líder del mayor sindicato del país, el CGIL, Susanna Camusso, quien apeló al Gobierno a tomar medidas a favor del empleo. "La emergencia que tiene este país se llama trabajo. Hace falta hacer políticas para que haya trabajo, pero no sin derechos ni profesionalidad", dijo.

Precisamente allí se produjeron algunos altercados violentos cuando los manifestantes intentaron forzar la barrera policial para continuar con sus protestas, lo que desencadenó una carga policial.

También en Roma hubo cargas policiales y en Milán se vivieron momentos de tensión cuando algunos participantes lanzaron huevos, piedras y petardos contra la Policía, un encontronazo que se saldó con 11 heridos.

Estaban llamados a secundar esta huelga todos los trabajadores del sector público, pero también del privado, para protestar contra las medidas que pretende poner en marcha el Partido Democrático principalmente en materia económica.

En el centro de las reivindicaciones está la reforma laboral que, según Renzi, fomentará la contratación, pero que ha levantado ampollas entre los trabajadores y en el seno de su propio partido. Las críticas se dirigen sobre todo a la modificación del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, que protege a los profesionales de empresas con más de 15 empleados contra los despidos improcedentes.

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