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El régimen sirio lanza una ofensiva para recuperar el control de Alepo

  • La operación Tormenta del Norte coincide con la parálisis en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto tras fracasar la conferencia de Ginebra propuesta por Washington y Moscú

El régimen sirio de Bashar al Asad lanzó ayer una amplia ofensiva militar contra los rebeldes para recuperar el control de Alepo, la mayor ciudad del norte de Siria, tras su victoria de la última semana en la población de Al Quseir.

En el primer día de esta nueva ofensiva, denominada Tormenta del Norte, el Ejército del régimen ha causado decenas de muertos y centenares de heridos entre los rebeldes, según aseguró una fuente de alto rango de los servicios de seguridad.

Las tropas de Al Asad retomaron, además, la localidad de Shwihneh, en la periferia de Alepo, donde hubo numerosas bajas en las filas de los combatientes del islamista Frente al Nusra.

Dentro de su estrategia, el Ejército lanzó varios "ataques cualitativos" contra los bastiones rebeldes en las zonas de Herietan, Ming, Qabtan, Al Yabal, Babis, Kafrat Hamra y Atareb. En estas áreas, el régimen dice haber conseguido avances importantes para lograr el control total de Alepo y sus inmediaciones. Nuevas unidades de las Fuerzas Armadas se han movilizado para desbloquear el asedio de los insurgentes sobre los pueblos de Nubel y Zahra, en el sur de la provincia.

El representante de la opositora red Sham en Alepo, Tayer al Halabi, confirmó que las autoridades han mandado refuerzos al norte de la provincia para acabar con el cerco rebelde a esas localidades, de mayoría chií, y con la presencia de opositores en el aeropuerto Ming.

Según Al Halabi, en esas poblaciones hay milicianos del grupo chií Hezbolá y miembros de la Guardia Revolucionaria iraní que ayudan al Ejército de Al Asad.

Sobre la situación en el aeropuerto militar de Ming, el activista Hazem al Aziz dijo que hay choques en varias áreas alrededor de esa instalación, que los rebeldes controlan en su mayor parte.

La operación Tormenta del Norte coincide con una parálisis en los esfuerzos internacionales para hallar una solución política al conflicto tras el fracaso momentáneo de la conferencia propuesta por Washington y Moscú.

La denominada conferencia de Ginebra II debía haber sentado en la mesa de negociaciones este mes a representantes del régimen sirio y de los opositores, pero se enfrentó a varios obstáculos, entre ellos la negativa de estos últimos a participar mientras continuara la presencia de combatientes de Irán y de Hezbolá en Siria.

Sobre la internacionalización del conflicto, el dirigente del Consejo Militar Sirio, el general Selim Idris, aseguró hace dos días en Estambul que el enemigo al que combaten los rebeldes ya no es el régimen de Al Asad sino Irán, en alianza con Hezbolá.

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