La represión de las fuerzas de seguridad sirias causaron ayer más de una decena de muertos y cerca de 300 heridos en la ciudad de Hama, en el centro del país, escenario en los últimos días de masivas protestas contra el régimen sirio.

La cifra de víctimas por los disparos efectuados por los cuerpos de seguridad oscila entre 13 y 11 muertos, según los datos de los distintos grupos de activistas opositores que informaban del desarrollo de los acontecimientos en Siria.

Mientras que los denominados Comités Locales de Coordinación en Siria identificaron a 13 víctimas mortales, entre ellas un adolescente de 15 años, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos cifró en 12 los muertos.

La mayoría de los fallecidos presentaban disparos en el cuello y la cabeza, según la red opositora Flash, que publicó un listado en Facebook con los nombres de 11 mártires. En cuanto a los heridos, unas 37 personas se encontraban en estado grave y eran atendidas en el hospital Al Hurani de Hama.

El alto número de víctimas instó al grupo La Revolución Siria contra Bashar al Asad a hacer un llamamiento para pedir a la población que done sangre y a los médicos que presten ayuda a los heridos de Hama.

La ciudad es objeto, además, de redadas llevadas a cabo por la Policía y los "matones" del régimen, que han destruido vehículos y robado tiendas en varios barrios. Esta situación crítica, a la que se suma el corte del agua y la electricidad en muchas zonas, ha forzado a un gran número de personas a abandonar la ciudad.