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Una "tragedia indescriptible" para la Policía

El teniente de la Policía de San Bernardino (California) Mike Madden, que fue el primer oficial en acudir al lugar del tiroteo en el que murieron el miércoles catorce personas, definió ayer la situación que se encontró como "surrealista" y añadió que "la matanza era indescriptible". Madden afirmó que a los agentes se los entrena para afrontar situaciones como un tiroteo de este tipo, pero para las que consideró "que nunca se está preparado".

El policía escuchó los primeros avisos y se dio cuenta de que "realmente estaba sucediendo" y de que "era un hecho verdadero" que había un hombre armado en San Bernardino, por lo que se dirigió hacia el centro de ayuda para discapacitados ya que se encontraba cerca del lugar. Junto a otros oficiales fue de los primeros en entrar en el edificio con el objetivo de evitar que gente inocente fuera herida o asesinada.

Posteriormente se adentraron en la sala de conferencias, donde se había producido el tiroteo, y Madden describió la situación que se encontró en esta sala como "surrealista". "Lo que ves, lo que oyes, lo que escuchas (...). Era indescriptible la matanza que veíamos, el número de personas que estaban heridas o, desafortunadamente, ya muertas", explicó. Madden señaló también el "pánico" que vio en la cara de la gente que necesitaba su ayuda para ser rescatada. "Fue una tragedia que nunca había experimentado en mi carrera", afirmó el teniente. En la vivienda de los supuestos autores, en Redlands, una ciudad próxima a San Bernardino, las fuerzas de seguridad descubrieron una gran cantidad de armamento y munición (más de 4.500 balas), así como herramientas que podrían usarse para elaborar artefactos explosivos caseros. "Estaban equipados y podían haber continuado con otro ataque", afirmó uno de los agentes.

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