Afortunadamente y después de varios días de mal tiempo y de preocupación para la organización, padres y niños, el día se levantó maravilloso para albergar la gran cabalgata de reyes 2014. La temperatura era perfecta y el sol y los claros predominaron en los cielos. Los pequeños, inquietos desde primeras horas del día, y sus padres se echaron a la calle para ser partícipes de una cita señalada en el calendario y que año tras año sigue despertando ilusión entre los niños y los que no son tan niños.

En medio de grandes medidas de seguridad, como se había anunciado desde el gobierno municipal, la cabalgata recorrió las calles de una ciudad en medio del gentío. El despliegue fue excepcional tratando así que nadie se acercase a las carrozas más de la cuenta y tratando de evitar desagradables acontecimientos como el ocurrido el pasado año en Málaga. Cada una estaba escoltada por al menos seis u ocho miembros de seguridad. Además, el público, haciendo caso a las recomendaciones, evitó en esta ocasión, como ha ocurrido otros años, abrir paraguas y elementos parecidos para coger caramelos. 

En muchos sitios una marea humana seguía de cerca la evolución de una comitiva remozada en muchas de sus carrozas y con un ambientazo a pie de calle. Los grupos de figurantes, alrededor de mil, se lo pasaban de cine bailando y cantando en un día que a buen seguro que no olvidarán. Ese espíritu y talante jovial se transmitió también a los Reyes que en muchas partes del recorrido bailaron y danzaron como si tal cosa, en especial Baltasar, Nela García, a la que se le vio especialmente metida en su papel. Regalos y caramelos fluían por los cielos de la ciudad en busca de todos esos niños que esperaban ansiosos a que alguna de las carrozas repartieran las golosinas.

Como viene siendo habitual en los últimos años, la música daba ambiente a las calles y los personajes de series televisivas como Bob Esponja o Phineas complementaban el pasacalles. Las veinticinco toneladas de caramelos preparadas para la ocasión eran el mejor aliciente de los chicos y grandes por cada una de las calles por las que pasaba la cabalgata.

Sus Majestades se volcaron y las dos carrozas reales que acompañaban a cada Rey lanzaban a borbotones juguetes y caramelos. Especialmente simpática resultó la del Ratoncito Pérez, con figurantes disfrazados de roedores en su interior, una carroza que estrenaba este año nuevo diseño por parte del Taller de Fiestas y que rinde homenaje al personaje que creara el Padre Coloma. Hay que recordar que aparte de esta, se estrenaban en este 2014 otras cuatro carrozas, la dedicada a la Navidad de Jerez, una que representaba un carro de juguetes, la gran carroza Jerez con un gran muñeco de nieve saludando al público y la carroza de los grandes eventos que se celebrarán en la ciudad en este año. Todas lucieron con arte y llamaron la atención por su espléndida luminosidad. 

Los futboleros, como ha ocurrido en los últimos años, se apoyaron en la carroza del recién creado Xerez Deportivo FC, que repartió caramelos a través del azul y blanco de sus integrantes poniendo así la nota de color a la misma.

Encantado con lo que acontecía estaba también el Gran Visir que repetía experiencia, aunque esta vez con una mayor recorrido y consistencia. Arropado por sus pajes, el visir fue uno de los más aclamados por los pequeños, al igual que el Rey Baltasar, que sigue siendo el favorito de los más pequeños, aunque seguido cada vez más cerca por Melchor, otro de los reyes con mejor aceptación. 

Después de recorrer todo el centro de la ciudad, la comitiva se detuvo, para llevar a cabo la adoración, junto al Belén situado en la Alameda Cristina y que había recibido un día antes a la figura del niño Dios transportado desde la iglesia de San Juan de los Caballeros. 

Muchos emprendieron el camino a casa con grandes bolsas de caramelos, no hay que olvidar que se lanzaron 25 toneladas, y algún que otro regalo de los más de catorce mil preparados por sus majestades.

De ahí, a la cama prontito para encontrarse hoy mismo por la mañana con todos esos juguetes deseados y que harán las delicias de los pequeños en este 6 de enero, un día distinto y a la vez especial para miles y miles de niños jerezanos.