El último preso fallecido en la macro cárcel de Puerto 3, quien murió este pasado fin de semana, como informó este diario, tras haberse quejado el día anterior de un fuerte dolor en el pecho, ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas en la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).

Tras interesarse por el asunto, la asociación ha expresado su preocupación por las posibles circunstancias en las que se ha producido esta nueva muerte. Y es que, según indicaron desde el colectivo, a través de un comunicado remitido a este diario por el portavoz de l a APDHA, Rafael Lara, el recluso " de entre 40 y 50 que cumplía condena en el módulo 4, el que llaman de respeto, lo cual no deja de ser irónico, manifestó a su compañero de celda que sentía fuertes dolores en los brazos, opresión en el pecho y en la parte del corazón".

Así las cosas, siempre según la información que ha podido recabar Derechos Humanos, "el preso se decide a manifestar el deseo de ir a la enfermería para ser reconocido por el médico. En la enfermería, sin ningún reconocimiento según nos dicen, le dan un paracetamol, pese a que comenta que no está resfriado sino que tiene dolor en brazos y dificultades de respiración".

Y al día siguiente, "después de una mala noche, siente que los dolores son más frecuentes y más fuertes. Tiene gran dificultad para respirar. El compañero avisa a un funcionario para que lo trasladen a la enfermería, y momentos después fallece".

"No es una muerte aislada", denuncian desde Derechos Humanos, que recuerdan que en 2011 se produjeron al menos cinco muertes.

Una en enero, de un preso que murió en el hospital de Puerto Real tras ser trasladado desde la cárcel. En febrero, un joven de 28 años por sobredosis. En abril, otro joven de 28 años "sin que Instituciones Penitenciarias informara de la causa de la muerte, aunque por lo visto no presentaba signos de violencia". En junio, otro preso de 39 años, cuyo fallecimiento fue achacado por fuentes penitenciarias a un infarto relacionado con el consumo de drogas. Y en agosto, el preso que murió tras ser agredido por otro en el módulo de aislamiento. Denuncia en este último caso la APDHA que varios presos habían pedido con anterioridad el traslado del agresor a un centro especializado por sufrir graves problemas psicológicos y psiquiátricos, peticiones que "fueron ignoradas".

Y por último, en este año, la lista ha seguido engrosando: además del último fallecido, se han registrado sendas muertes en marzo y mayo, de jóvenes, de 23 y 24 años, respectivamente, en ambos casos "por problemas de droga", matizan desde el colectivo.

Tras aludir a que, según las cifras aportadas a este diario por los sindicatos , desde que Puerto 3 abrió sus puertas en 2007 han fallecido ya 29 presos, la asociación manifiesta que el centro penitenciario "debiera informar de los motivos de esta tasa de mortalidad tan elevada, cuando además parece demostrado que una buena parte de los fallecimientos no son por causas naturales".