-¿Los hoteleros están pletóricos, o mantienen la cautela?

-Dadas las circunstancias podemos decir que hemos salido airosos del verano. El mercado nacional ha vuelto a ser el soporte del destino. Los turistas han optado por viajes más cortos y a lugares más próximos. Creo que nosotros nos hemos visto beneficiados de que esas distancias cortas hayan primado, porque alrededor del 45% del turismo nacional que llega a Cádiz es de Andalucía. Además el tiempo ha acompañado. Sí es cierto que los gastos medios han sido inferiores a otros años, pero es algo lógico y con lo que ya contábamos. Además, las reservas han sido muy a última hora. Eso ya es algo generalizado.

-Cautela entonces.

--Tiene que ser así. Hay una cierta intranquilidad por lo que viene ahora. Ahora volvemos a afrontar el problema de la estacionalidad, y en crisis, y eso unido a otras cosas que se nos escapan, como la situación económica del país, las medidas de recuperación planteadas por el Gobierno, lo que ocurre en otros países... Y además tenemos la Gripe a la vuelta de la esquina... Eso sí que puede ser un problema para todos pero con mayúsculas.

-Entre enero y junio el destino había caído un 10% con respecto a 2008. ¿Lo de julio y agosto ha sido un fenómeno aislado?

-La Costa de la Luz es uno de los pocos destinos que pueden decir que la crisis casi no ha existido en verano, al menos en cuanto a ocupación. Aunque son dos meses clave, el año son 12 meses y es en ese margen en el que se trabaja.

-¿Pero ha pasado lo peor?

-¿Hemos tocado fondo? No sé dónde está el fondo. Sólo sé que, tal y como está la situación, cada día hay que tratar de hacer cosas; ahora tenemos que ponerle un enchufe de 380 voltios al turista para que venga. Mire el segmento de congresos: ahí es fundamental que las empresas tengan dinero. Si no es así, se vendrá abajo la ocupación de muchos hoteles. Habrá que seguir potenciando esa oferta como se pueda, con servicios, ofertas añadidas... Como no hagamos cosas para atraer a los clientes, difícil. De la manita no van a venir.

-¿Hasta qué punto se han bajado los precios este verano?

-La gente se ha situado donde la demanda ha obligado. Sí es cierto que el cliente traía la expectativa de que los precios iban a ser mejores. Ha habido más ofertas antes del verano y en las últimas semanas de agosto, y más promociones de lo habitual, pero creo que al final las tarifas se han mantenido. De hecho el destino sigue entre los más caros del país, también por su calidad. Quizás más que los precios, se han flexibilizado condiciones de contratación: por ejemplo, las estancias mínimas, que se han reducido. Incluso se han vendido noches sueltas en muchos hoteles, algo impensable hace cuatro o cinco años. Esto es debido a la crisis y también a la evolución del cliente.

-¿Y Jerez?

-Jerez se vende como un sitio estratégico desde el que desplazarse hacia la costa o hacia cualquier lugar, y tiene una ventaja que es el precio, mucho más bajo que el de la costa. Por eso la ciudad se sigue consolidando como una segunda línea de costa con una oferta hotelera de calidad y muy próxima a la playa. Fíjese que con todos los eventos que hay en Jerez a lo largo del año, al final agosto se ha afianzado como el mejor mes, no en precios, pero sí en ocupación.

-Las estadísticas indican que los hoteles de la provincia han empleado este verano a mil personas menos que el año pasado.

-Las contrataciones se han retrasado bastante porque las ocupaciones en primavera no eran suficientemente buenas como para llamar a todos los fijos-discontinuos. Es cierto que la temporada se ha acortado este año, pero en julio y agosto los hoteles de la costa han estado a pleno rendimiento de personal.

-Hay quien advierte de que la crisis está repercutiendo en la calidad del destino y en la atención al turista. ¿Qué opina?

-Los hoteleros hemos apostado por la calidad, aunque después cada uno puede hacer de su capa un sayo. Aun así, no me consta ningún mensaje en este sentido.

-¿Van a ganar dinero los hoteles este año?

-Está siendo un ejercicio difícil, con ingresos que más o menos se mantienen pero con costos que se incrementan muchísimo... De todas formas es muy difícil generalizar en este sentido. Habrá de todo.

-Ha sido otro verano sin inauguración de grandes hoteles en la provincia. ¿Mejor así?

-El mercado es el que está poniendo a cada uno en su sitio. Sin financiación, no hay construcción. Al mismo tiempo los hoteles que ya funcionan sólo se están manteniendo. El mercado está diciendo ahora 'no' a más hoteles, aunque esto no quiere decir que la situación no vaya a cambiar en unos años. El destino todavía tiene capacidad de crecimiento.

-El aeropuerto no remonta.

-Por suerte la gente no sólo viene en avión. En verano no habido problema porque la gente viene de destinos próximos. Otra cosa son las temporadas medias. Ahí sí hay un problema porque dependemos de Jerez. Este otoño-invierno tendremos las incorporaciones de Ryanair en la ruta Jerez-Madrid, y, sobre todo, la recuperación de los vuelos directos con Alemania de la mano de Thomas Cook y de Air Berlin. Ésa es la gran expectativa y la gran baza del destino para los meses que vienen.

-Dijo en el inicio de la temporada que repetir los resultados de 2008 sería un éxito. ¿Cómo lo ve ahora?

-Mantengo que repetir 2008 sería un éxito teniendo en cuenta que vivimos entre sectores económicos que se desploman, empresas que cierran o formulan expedientes de regulación de empleo... Quedan cuatro meses importantes por delante, sobre todo septiembre y octubre, en los que los resultados se definirán a última hora. Insisto en que habrá que trabajar mucho a nivel de promoción, con el Patronato, y de comercialización, con las empresas. Tenemos que buscar clientes en los mercados que están creyendo en Cádiz, sobre todo en Alemania, cuya economía empieza a tener algunos brotes reales que aquí no se han visto. Lo que queda de año va a ser una pelea diaria.