El encarecimiento del coste de la electricidad se ha convertido en el principal quebradero de cabeza de la industria, uno de los sectores con un uso más intensivo de la energía. La patronal provincial Femca, que aglutina al sector del metal de Cádiz, lanzó ayer la voz de alarma ante la escalada de los precios y advirtió del efecto contraproducente de las reformas introducidas por el Gobierno en el mercado eléctrico, con una mención especial al Decreto 17/2021, que a su juicio quiebra la seguridad jurídica y dificulta que las empresas cierren contratos de suministro a largo plazo con un precio cerrado.

El Ejecutivo aprobó este decreto el pasado mes de septiembre con el objetivo de rebajar la factura de la luz para el consumidor final, en la que establecía entre otros hitos la obligación de las compañías eléctricas a devolver parte de los beneficios extraordinarios que obtienen al repercutir sobre las plantas de generación de electricidad los costes del gas que no soportan.

Sin embargo, la industria señala que implica medidas retroactivas que afectan a los contratos de suministro a largo plazo, lo que a su juicio tendrá “graves consecuencias en la actividad industrial y sus expectativas de inversión y creación de empleo”, según un comunicado emitido ayer por Femca, en el que se adhiere al posicionamiento de la patronal nacional Confemetal, en la que se integran 87 organizaciones territoriales y sectoriales.

“Esa incertidumbre regulatoria creada por el Real Decreto Ley hará muy difícil que las empresas consumidoras cierren contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA), como requiere el estatuto del consumidor electrointensivo, y exige que se prevean exenciones temporales de esa obligación hasta que se normalice el mercado”, subrayó la organización empresarial. El sector del metal propone “excluir de la minoración de la retribución a todos los contratos bilaterales a precio fijo previos a la aplicación del Real Decreto para proteger la seguridad jurídica y la actividad de las empresas”.

Desde la patronal gaditana se incide en las dificultades que está generando el alza de la electricidad en el sector del metal. El impacto no es homogéneo ya que las más dañadas de forma inmediata son las empresas que cuentan con naves y talleres propios, donde la factura de la electricidad puede llegar ya a suponer el 60% de sus costes operativos. En cambio, las compañías que trabajan para grandes tractoras en sus instalaciones, como el sector auxiliar de Navantia o las contratas del sector petroquímico del Campo de Gibraltar, no están tan afectadas por el momento, según fuentes de Femca.