En la tarde del lunes se inauguraba en El Molino de Mareas de El Caño -Aponiente- la exposición pictórica 'Retratos de habitantes del corral', del artista gaditano Alfredo Zarazaga. La exposición consta de quince retratos, dos esculturas y la instalación de un banco de peces colgantes hechos a base de alambres reciclados.

Alfredo Zarazaga (Chipiona, 1974) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en la especialidad de Diseño y Grabado.  Desde pequeño alternó sus estudios con la carpintería de su padre donde aprende el manejo de herramientas y su afinidad con la madera, aprendiendo a utilizar instintivamente otros materiales como el hierro y material reciclado.

“Me estimula crear con lo que nadie valora. Acumular material usado para poder realizar esculturas como una metáfora del momento social que estamos viviendo”. De lo inservible, de lo tirado, de lo desechado salen piezas sin boceto previo, y reivindico el valor de los denostados corrales de pesca", señala el autor.

'Retratos de Habitantes del Corral' es la metáfora de un problema global desde un punto de vista local. Zarazaga vive frente al cordón dunar de Chipiona, que es lo único que le separa de una de las playas con corrales de pesca que todavía quedan en la costa de Cádiz, bañada por el Atlántico. El artista nos presenta retratos de los habitantes del corral, pequeños seres que día a día van desapareciendo, debido al mal uso que hacemos del planeta. Camarones, cangrejos, etcétera que observa detenidamente y sobre papel de grabado, con su pintura, les da una textura de agua.

Con estos retratos, Alfredo quiere dar la importancia que merece todo ser marino, que por muy pequeñito que sea es parte de ese todo del que todos formamos parte. Representan el vestigio de la riqueza natural y de subsistencia que fueron los corrales. Su trabajo, siempre proyecta un mismo concepto: “Pertenecemos a un todo”. Este concepto analizado, es el resultado de su andadura, utilizando distintos materiales y soportes (escultura, pintura, dibujos y grabados) y trabajando materiales reciclados, que le permiten reutilizar algo ya desechado y darle una segunda oportunidad, convertirlo en un objeto único y con un sentido distinto a su vida anterior.

Por ello, la reflexión de Alfredo Zarazaga tiene muchas sinergias con el proyecto gastronómico de Ángel León, gran defensor de todas esas especies marinas de la Bahía que otros no ven o que descartan por no estar de moda, poniendo en valor a través de la vanguardia especies denostadas, haciendo reflexionar sobre el valor gastronómico de las mismas y siendo defensor también del entorno que le es más afín, el mar, la marisma y las salinas. "Creo que Ángel León y yo, desde nuestros ámbitos, reivindicamos el valor de lo que parte de la sociedad actual rechaza: Ángel cocina pescados humildes y convierte vertederos en espacios de uso público, mientras yo hago esculturas con materiales desechados y pinto los habitantes de los olvidados corrales de pesca", afirma el artista.

La de Alfredo Zarazaga es la segunda exposición de la temporada 2021 del ciclo de Actividades Artísticas y Culturales incluido en el Programa de Uso Público del Laboratorio de Investigación Gastronómica Chef del Mar, y permanecerá abierta al público los miércoles y jueves en horario de 9:30 a 11:00 horas  hasta el 16 de octubre, y supone la vigésimo tercera exposición que acoge Aponiente desde su apertura en el Molino de Mareas El Caño.