El último pleno ordinario celebrado por la Corporación de Vejer ha aprobado por unanimidad el solicitar a la Junta la necesidad de una partida presupuestaria especial con la que mejorar el sistema hidráulico instalado en las carreteras y puentes del término municipal, tras los daños ocasionados por las inundaciones sufridas a finales del mes de noviembre y principios de diciembre.

Según se expuso por parte del portavoz popular, Daniel Sánchez, muchas de estas infraestructuras se han visto dañadas por un mal mantenimiento y por el planteamiento de dicho sistema, que actuaron como una presa que provocó la inundación de varias viviendas que se encontraban en las inmediaciones, como fue el caso de Cañada Ancha o la carretera Vejer-Conil a su paso por el puente de Malcucaña.

En la sesión plenaria se dejó de manifiesto que todas las administraciones públicas han invertido en Vejer, Junta, Diputación y Gobierno de la Nación. Por lo que se acordó enviar sendas cartas de agradecimiento en nombre de toda la Corporación Municipal por "el interés mostrado por el municipio y por la ayuda prestada en esos momentos".

Por otro lado, para completar las medidas de precaución ante posibles desastres provocados por fuertes trombas de agua, el PP presentó una propuesta, aprobada por su grupo y la portavoz de IU, mientras que el PSOE se abstuvo. En la misma se instaba nuevamente a la Junta de Andalucía para que asuma sus competencias en materia de limpieza de los cauces de los arroyos y el vaciado de tierra de los puentes.

Esta solicitud ya que se ha realizado en repetidas ocasiones a la Junta, unas peticiones que se han reforzado con la entrega de firmas de los vecinos exigiendo la competencia de la administración andaluza ante la propia seguridad de sus viviendas situadas en las inmediaciones de esos cauces hídricos.

Por otro lado, desde la Alcaldía se presentó una solicitud al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y a la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía para la calificación como enfermedad crónica de aquellas personas afectadas por la espina bífida. Dicha enfermedad no tiene cura, pero sí un tratamiento específico de gran coste económico, que al no estar considerada como enfermedad crónica supone un coste adicional para las familias del paciente.

De este modo, se aprobó por unanimidad solicitar su inclusión en el catálogo de enfermedades crónicas y de ese modo favorecer el coste del tratamiento a pacientes y familiares.