Tribunales Cádiz

Arranca en la Audiencia el juicio al Padre Pepe acusado de estafar a 40 ancianos en Medina

  • La Fiscalía procesa a José Herrera por apropiarse de 285.000 euros de los usuarios de la residencia El Santísimo

José Herrera (con hábito) posa junto a personal de Obreros de la Cruz en Venezuela.

José Herrera (con hábito) posa junto a personal de Obreros de la Cruz en Venezuela.

Hoy está previsto que arranque en la Audiencia Provincial de Cádiz el juicio a los que fueron gestores de la residencia El Santísimo de Medina, José Herrera, más conocido como el Padre Pepe, y Manuel Maeztu, ambos acusados de apropiarse de 285.000 euros de 40 ancianos del centro entre 2004 y 2009. La Fiscalía los considera responsables de un delito de estafa y pide para cada uno de ellos seis años de prisión.

El Padre Pepe y Manuel Maeztu se sientan hoy en el banquillo más de once años después de que la Guardia Civil los detuviese en la localidad asidonense. En aquellos momentos, los dos responsables de El Santísimo formaban parte de la Asociación Benéfica y Católica Obreros de la Cruz, una comunidad religiosa que, desde su desembarco en la comarca de La Janda en los años 90, contó con mucho apoyo de las diferentes administraciones públicas, pero nunca del Obispado de Cádiz y Ceuta.

Tal y como recoge el escrito de calificación fiscal, el Padre Pepe, presidente entonces de Obreros de la Cruz, y Manuel Maeztu, jefe de administración y contable de la residencia, dispusieron de los fondos que las personas internas tenían en sus cuentas bancarias y sacaron directamente el dinero sin autorización de sus titulares, familiares o tutores.

En concreto, precisa el fiscal, Manuel Maeztu poseía las claves de firma electrónica para la realización de las operaciones bancarias mientras que el Padre Pepe era plenamente consciente de las irregularidades que cometía el primero en tanto que le daba cuenta de todos los movimientos realizados.

Los procedimientos utilizados por los encausados para deducir sumas de dinero que alcanzaron casi los 300.000 euros fueron dos, apunta el fiscal. En primer lugar, cobraban en numerosas ocasiones el 100% de la pensión de los residentes cuando muchos de ellos ocupaban plazas concertadas y solo debían abonar el 75% de la misma.

En segundo lugar, distraían importantes cantidades de dinero de los ancianos mediante reintegros en cuenta a favor de la Asociación Obreros de la Cruz (en ventanilla o por internet, vía electrónica), cuyos conceptos no estaban definidos ni justificados. En otras ocasiones, incluso, realizaban reintegros en fechas posteriores al fallecimiento de los titulares de la cuenta en cuestión, sostiene la acusación pública.

En mayo de 2009, los Obreros de la Cruz fueron desahuciados por orden del juez de la residencia El Santísimo de Medina por no pagar el alquiler a la empresa que había comprado el inmueble. Perdieron así la gestión del centro, que pasó a la ONG Mensajeros de la Paz, organización que actualmente sigue al frente de la misma.

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