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Asaja Cádiz, defensor y garante del Monte Mediterráneo

  • La asociación cuenta con una sectorial específica llamada Monte Alcornocal, en defensa de quienes mantienen y mejoran un entorno natural único como es el Monte Mediterráneo

Asaja Cádiz, defensor y garante del Monte Mediterráneo

Asaja Cádiz, defensor y garante del Monte Mediterráneo

El Monte Mediterráneo es un ecosistema único. Se concentra principalmente en la provincia de Cádiz, donde tiene su mayor exponente, ocupando, junto a la Dehesa, 4,6 millones de hectáreas en Andalucía, lo que supone el 52,6 por ciento del territorio de la comunidad autónoma andaluza. Solo en quercíneas, la provincia de Cádiz cuenta con 95.000 hectáreas de alcornocal, una cifra que supone el 30 por ciento del alcornocal de Andalucía, siendo por tanto, la provincia con mayor superficie y una de las principales zonas de España en cuanto a la producción de corcho. En los últimos 10 años esas 95.000 hectáreas de alcornoque han producido una media de 13.500 toneladas, hasta copar el 38 por ciento de la producción total de Andalucía.

Pero además de la producción corchera, el Monte Mediterráneo es mucho más, destacando por ser el ecosistema que alberga una mayor biodiversidad floral y faunística, siendo además relevante en cuanto a su importancia socioeconómica y diversidad, con aprovechamiento cinegético, ganadero, etc.

El Monte Mediterráneo es un auténtico generador de riqueza, y no sólo por la aportación al PIB provincial, sino por los puestos de trabajo que de forma directa e indirecta genera, fijando así la población al territorio y evitando el éxodo rural. Sin embargo este ecosistema único no existiría ni sería viable sin los titulares de las explotaciones (hay que destacar que la propiedad privada supone el 75% de la superficie de los Parques Naturales de nuestra provincia).

Son ellos los que mantienen y mejoran de forma permanente estos ecosistemas, los que generan miles de puestos de trabajo en la actividad cinegética, ganadera y de saca de corcho que tiene lugar en estas explotaciones. Necesitan el apoyo decidido de las administraciones frente a los problemas a los que se enfrentan cada día. Una administración que debe poner todas las condiciones y facilidades para que la gestión del Monte Mediterráneo sea atractiva y sostenible, desde el punto de vista medioambiental pero, por supuesto, también desde el punto de vista económico y social.

Monte Alcornocal Monte Alcornocal

Monte Alcornocal

La pérdida de rentabilidad de estas explotaciones, producida por la desaparición de aprovechamientos secundarios (leñas y carbón), la bajada de precio del corcho y las continuadas y crecientes dificultades de orden sanitario y administrativo para continuar con la tradicional ganadería extensiva son el principal problema al que se enfrentan los titulares de estas explotaciones, y al que se suman los siguientes. Seca del alcornoque, una patología silenciosa que está acabando con la vida de muchos ejemplares de esta especie, que necesita de recursos e investigación para poder frenarla. Problemas sanitarios como las plagas, que provocan la pérdida de arbolado.

Asaja Cádiz lleva dos años reivindicando actuaciones contra la Limantria dispar. Pese a que este año la Consejería de Agricultura sacó a licitación y adjudicó los trabajos, el Estado de alarma y los vientos de levante han provocado que los tratamientos comenzasen a mediados de mayo, y se ha decidido aplazarlos para 2021, por no ser efectivos debido al estado tan avanzado en que se encontraba la plaga.

También nos encontramos nuevas normativas que no se ajustan a la realidad histórica del Monte Mediterráneo, donde desde siempre ha sido práctica común las explotaciones que compaginan la actividad cinegética y la ganadera. La normativa publicada para frenar la tuberculosis en especies cinegéticas no puede obligarnos a elegir entre caza o vacas.

Desde Asaja Cádiz defendemos que es posible articular mecanismos para que se puedan compaginar los dos sistemas de explotación de forma rentable y segura, teniendo en cuenta que si hay que llevar a cabo prácticas específicas, deben ser viables técnica y económicamente, y contar con el apoyo administrativo.

Por otro lado, los propietarios también padecen una constante vulneración a su propiedad privada, en muchas ocasiones incluso con el beneplácito de las administraciones públicas. No hay que olvidar que el elemento más contaminante del ecosistema es el hombre. Por eso los titulares tienen que hacer de protectores de quienes quieren introducir actividades lesivas para su particular uso y disfrute. Es curioso contemplar el espectáculo de algunos políticos y ecologistas que, invirtiendo sus papeles, patrocinan rutas deportivas o arqueológicas, carreras populares o senderismo.

Para garantizar el relevo generacional es fundamental suprimir una burocracia excesiva, así como las restricciones y limitaciones a los titulares de explotaciones dentro de Parques Naturales, y dar las mismas facilidades a quien vive en el campo como al que vive en un pueblo o ciudad. Para ello es imprescindible flexibilizar las normas que rigen los Parques Naturales, tanto el PORN como el PRUG llevan más de 10 años sin revisarse y están totalmente obsoletos.

Por último, el Monte Mediterráneo necesita de una mayor agilidad en las convocatorias de las Ayudas. No pueden pasar, como así ha sido, 7 años para que se convoquen por parte de la Junta de Andalucía las ayudas forestales. Es necesario un compromiso institucional para que la convocatoria sea anual. Asimismo, de cara a las nuevas ayudas de la PAC para el periodo 2021-2027, es necesario que se conceda una ayuda específica para el Monte Mediterráneo y que Europa no lo confunda con el Monte Maderable.

En todos estos aspectos y reivindicaciones está Asaja Cádiz. Queremos una administración más pegada y apegada a nuestro Monte Mediterráneo, que facilite la tarea diaria de quienes son los principales defensores de este ecosistema único: los titulares privados