Sucesos

Los golpes en la cabeza acabaron con la víctima del crimen de Chiclana

  • El hombre ya estaba muerto antes de ser acuchillado en varias ocasiones

  • La detenida, que ha ingresado en Puerto III, fue examinada por un médico que no le encontró ninguna herida

Exterior de la vivienda, precintada.

Exterior de la vivienda, precintada. / Sonia Ramos

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Chiclana ordenó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Inmaculada Rodríguez León, la mujer de 42 años detenida como presunta autora del homicidio de su marido, Abraham Bernal Rodríguez, de la misma edad, en el domicilio de la pareja, situado en la calle Pedro I de la barriada Huerta del Rosario. La arrestada está investigada por un presunto delito de homicidio doloso, aunque cabe la posibilidad que tanto la acusación particular como la Fiscalía pidan que sea juzgada por un delito de asesinato, ya que el cuerpo del fallecido recibió los golpes en la cabeza mientras dormía y luego fue apuñalado. No obstante, según ha podido saber este medio, Abraham murió por los repetidos golpes que recibió en la cabeza con un rodillo de amasar y que le destrozaron el cráneo.Fuentes de la Guardia Civil y del Ayuntamiento chiclanero confirmaron a este medio que no había denuncias previas por violencia doméstica. Es más, Asuntos Sociales, cuya delegación municipal tiene una oficina junto al parque de Huerta del Rosario, ni siquiera tenía constancia de que existiera problemas en la familia que formaban Abraham e Inmaculada. Por eso, el dramático suceso ocurrido en la tarde del miércoles mantiene aún todas las hipótesis sin despejar.

La agresora está acusada de un presunto delito de homicidio doloso

Inmaculada cursó estudios de Formación Profesional y trabajó como cajera de un supermercado. Actualmente trabajaba como limpiadora en un hotel del Novo Sancti Petri. Abraham, por su parte, era albañil y se encontraba en paro desde hacía años, por lo que quienes le conocen aseguran que había entrado en un estado algo depresivo.Esto, unido al deterioro repentino y rápido de la relación entre ambos, provocó que fuera la propia agresora la que decidiera llevar a los niños a casa de los abuelos paternos a fin de alejarlos de un ambiente muy crispado.Parece ser que tras cometer el crimen, la presunta homicida cruzó la calle para alertar a un guardia civil de tráfico retirado, al que le comentó que en el transcurso de una trifulca había golpeado a su marido, quedando este en mal estado. El vecino apuntó que lo mejor era llamar al 112, que es lo que hicieron finalmente.

Examen médico a la agresora

Cuando agentes de la Benemérita llegaron al domicilio se encontraron con Abraham ya sin vida y con numerosos golpes en la cabeza, propinados por un rodillo de amasar, según confesó la propia detenida, y heridas de arma blanca provocadas por un cuchillo de cocina.En la mañana de ayer se le realizaba la autopsia al cadáver en el Instituto Anatómico Forense de la capital gaditana, cuyo informe final será de gran ayuda para los investigadores.Tras ser detenida y ser llevada al cuartel de la Guardia Civil de la localidad, los agentes aconsejaron a la mujer que solicitara que la examinara un médico, algo que también hizo el abogado contratado por su familia. Y es que Inmaculada insistió tras ser detenida que todo había empezado con una pelea con su pareja tras la que Abraham se había ido a dormir la siesta. Inmaculada llegó a manifestar que había sido agredida, aunque tras un exhaustivo examen médico no se le encontraron rastros de heridas recientes.Por todo ello, la Guardia Civil trabaja con varias líneas de investigación abiertas, intentando no sólo averiguar lo sucedido en la tarde del miércoles sino cómo era la relación que mantenían víctima y agresora, sobre todo en los últimos meses.Los vecinos de la zona comentaban ayer que Abraham e Inma formaban una pareja normal, padres de una niña de 10 años, y de un niño de 7, y que nada podía hacer presagiar en su actitud que su relación tuviera un final tan dramático para todos los implicados.Algunos vecinos comentaban ayer que Inmaculada era más extrovertida y Abraham más retraído y taciturno, aunque educado. “Ella se desvivía por sus niños, no sabemos qué ha podido pasar en esa casa para que la cosa haya acabado así”, decía una señora en un corro vecinal. Otra hacía su particular juicio de valor y comentaba que “aunque haya habido cualquier problema lo mejor es denunciar o quitarte de en medio, pero hacer algo así, sin pensar en cómo se quedan esos niños, es tremendo”.Entre el vecindario también había quien comentaba que la detenida era una mujer muy nerviosa y que en los últimos tiempos la pareja podría haber empezado a tener algunos problemas económicos que hicieran más complicada la convivencia.

De San Fernando a Chiclana

Abraham e Inmaculada llegaron a Chiclana hace unos años procedentes de la localidad de San Fernando, donde ambos nacieron. El primero se empadronó en 2004, y ella lo hizo dos años antes. Desde entonces han residido en este barrio que ayer intentaba digerir lo ocurrido entre la curiosidad y el dramatismo.Este diario también ha podido saber que la relación de la detenida con su familia política era muy buena, sobre todo con su suegra. Esto aún hace más complicado entender lo que ocurrió en el domicilio conyugal.

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