Hay un policía local apostado al inicio de la Cuesta de Belén, la puerta del casco antiguo de Arcos, regulando el acceso. Es la imagen que simboliza el inicio del control de acceso de vehículos a la zona monumental arcense.

El Ayuntamiento de esta localidad ha comenzado las restricciones del tráfico en esta zona, donde hasta ahora cualquier coche podía acceder. La medida pretende reducir la densidad del tráfico rodado por este entorno en pro de mejorar su accesibilidad y preservar el patrimonio.

Y ha levantado opiniones a favor y en contra entre vecinos y propietarios de establecimientos, que expresan su preocupación por si podría perjudicarles. El alcalde de Arcos, José Luis Núñez (PP), dijo ayer que "no pretendemos que las medidas afecten a la economía turística" y si fuera así se "arbitrarían" otras decisiones. Por su parte, el primer teniente de alcalde, Manuel Erdozain (AI- Pro), realizó un primer balance de estas restricciones que arrancaron el pasado lunes. "Quiero destacar la valentía de afrontar esta apuesta ya que han sido muchos los intentos", explicó Erdozain, quien reconoció que supondrá una mejora para vecinos y el turismo. Hay que recordar que el gobierno anterior del PSOE intentó llevar a cabo la idea pero se encontró con el rechazo vecinal.

El Ayuntamiento ha repartido hasta la fecha unas 500 tarjetas de acceso a los residentes del casco antiguo y otras 100 a establecimientos. Además, se han regulado las horas de carga y descarga, y se está estudiando el refuerzo de más autobuses públicos.