inmigración

Barcos que salvan vidas

  • Visita a Salvamento Marítimo en las jornadas sobre periodismo e inmigración que ha celebrado el Colegio de Periodistas de Andalucía

Un operario esperando las indicaciones del patrón del barco.

Un operario esperando las indicaciones del patrón del barco. / JESUS MARín

Miles de personas provenientes del continente africano inician cada año viajes con destino desconocido. Confiando en los representantes de las mafias, se introducen en furgonetas que los llevan a las playas africanas donde, posteriormente, se les exige el dinero para iniciar una nueva vida. Una vida que tiene como punto final cualquier puerto europeo. Muchos consiguen llegar a tierra firme, pero otros quedan rezagados en el mar por las embarcaciones deplorables que las mafias facilitan. En cualquier caso, se trata de un problema que afecta a toda la ciudadanía y es ahí, en la intersección con la comunicación, donde el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía ha querido incidir mejorando las informaciones sobre el fenómeno migratorio que se dan en los medios de información.

Con esto en mente, el propio Colegio de Periodistas ha propiciado estos días en Cádiz, provincia andaluza que carga con más peso migratorio, la celebración de unas jornadas informativas sobre Inmigración y Medios de Comunicación. Ayer mismo comenzaba la segunda jornada con visita a una de las embarcaciones de Salvamento Marítimo, donde esperaban Francisco Aragón, patrón del barco, y Francisco Model, jefe de Salvamento Marítimo en Cádiz. Ambos hablaron, pero las explicaciones principales las daba el patrón. También sobre su barco particular, el Suhail Salvamar, que sigue las directrices del Ministerio de Fomento de "salvar vidas humanas, luchar contra la contaminación y velar por la seguridad del tráfico marino" -estas últimas, menos conocidas- en la zona de responsabilidad SAR, una parcela de mar que se extiende por más de 1,5 millones de km2, superando el territorio nacional.

Dentro de esa franja de actuación, el Suhail -que forma parte de los 55 barcos 'salvamares' de Salvamento Marítimo- actúa bajo las indicaciones del Centro de Coordinación de Salvamento de Cádiz, entre los 20 distribuidos por toda la península, o mediante los avisos que la Guardia Civil o la Marina puedan dar. Luego las prioridades son siempre las mismas pues una vez conseguido el aviso, el próximo paso supone localizar la embarcación y rescatar a personas que estén enfermas o heridas, primero, seguido del resto de la tripulación.

"En este trabajo no hay medallas ni premios, sino el honor de haber salvado vidas y de realizar el trabajo bien", asegura Francisco Aragón, que no distingue a las personas salvadas a la hora de explicar las labores de Salvamento. "No solamente son inmigrantes, la zona del Estrecho es muy variada y recoge muchos casos". Casos que van desde salvar una vida a remolcar un barco que se encuentre en situación de peligro. Dice que la máxima en su trabajo pasa por "rescates seguros y rápidos". Una afirmación que casa con el tiempo de actuación de este tipo de embarcaciones, que no supera los 30 minutos según el jefe de Salvamento Marítimo en Cádiz. Así, dos máximas quedan de la actuación de Salvamento Marítimo -en concreto, de las embarcaciones Salvamar- en Cádiz y en el resto de las provincias; universalidad, puesto que el objetivo es salvar a todo aquel en situaciones extremas, y rapidez, ya que son barcos que alcanzan perfectamente los 30 nudos.

Muchos son los efectivos de Salvamento Marítimo, pero el tipo de embarcación Salvamar participa en la mayoría de las emergencias por su rápida respuesta y versatilidad. Cuenta con espacios amplios, cubierta de aluminio robusta y una borda baja apropiada para recoger náufragos del agua. Son barcos, por tanto, que necesitan de una continua formación por parte de una tripulación muy limitada, de 3 a 4 personas dependiendo de la embarcación. Formación que el patrón de la embarcación asume necesitar: "Esto es un aprendizaje continuo, la mar enseña siempre".

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