El terremoto de magnitud 3,5 registrado en la noche del miércoles en la comarca, con epicentro en San Roque, fue sentido en mayor medida en las poblaciones de Los Barrios, Castellar, Los Cortijillos, Palmones y la Estación, además de San Roque. Así se desprende del análisis hecho por la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional en las horas que sucedieron al seísmo.

La evaluación de intensidades por poblaciones señala que las citadas zonas llegaron a la clasificada como Intensidad IV, donde según los expertos el terremoto es sentido dentro de los edificios por muchos y solo por unos pocos en el exterior. En estos casos, pueden despertarse personas, y aunque el nivel de vibración no asusta es considerado como moderado. Quienes lo sufren sienten un leve temblor o cimbreo del edificio, la habitación, la cama o los muebles. También es habituales que temblores de intensidad cuatro provoquen el golpeteo de vajillas, cristalerías, ventanas y puertas. Los objetos colgados pueden oscilar y los muebles ligeros tiemblan ligeramente. En ningún caso se producen daños.

La Red Sísmica incluye en Intesidad III, es decir, débil, a un total de 17 zonas distribuidas por toda la comarca: Guadarranque, Guadacorte, Puente Romano y Puente Mayorga, Taraguilla, Algeciras, Almoraima, Campamento, Ciudad Jardín, Guadiaro, La Hacienda, La Línea, Pelayo, Pueblo Nuevo, San Enrique, Santa Margarita y Sotogrande.

En cambio, apenas sintieron el movimiento de la Tierra los vecinos del Puerto de Sotogrande, San Martín del Tesorillo, Torreguadiaro, Los Ángeles, San Pablo de Buceite y Tarifa donde, según la Red Sísmica, la Intensidad II apenas dejó sentir el terremoto.

Los técnicos del Instituto Geográfico Nacional señalaron que desde que se produjo, a las 21:00 horas del miércoles, no se sucedieron réplicas ya que se trató de un seísmo de magnitud 3,5, muy baja para provocar que los movimientos se repitan.

El Consorcio Provincial de Bomberos confirmó que los equipos que partieron de los diferentes parques no llevaron a cabo intervenciones de ningún tipo más allá de las labores de control y supervisión de los edificios y centros comerciales desalojados, además de alguna casa, a los que acudieron tras el temblor.