En otro tiempo la infancia siempre tuvo un cordón de protección en las figuras paternas. Ni siquiera el tiempo de esparcimiento más allá del hogar iba implícito de una falta de control por parte de los padres del menor. Ahora, el uso indiscriminado del móvil , sin llegar a ser nociva necesariamente su utilización, amenaza con vulnerar la educación del menor por una pérdida de consciencia sobre cómo deben manejar una herramienta a priori positiva.

Desde el Área de Familia del Ayuntamiento de Cádiz se apunta que cada vez se acercan más padres al Centro Integral de la Mujer "para pedir ayuda y pedir auxilio ante situaciones en las que no se tienen los suficientes instrumentos para actuar". El constante cambio tecnológico, resaltaron técnicas de la Fundación de la Mujer, dificulta la labor concienciadora de los padres en sus hijos ya que "cuando se familiarizan con una aplicación, los niños ya usan otra". Esto crea unas evidentes dificultades de control paterno en el momento de asegurar la intimidad del menor. "Hasta que los niños de ahora no sean padres no va a haber nativos digitales, que lo sean desde siempre", advirtieron.

En una línea parecida, se expresa Antonio Luis González, de la Fundación Márgenes y Vínculos, quien explica la importancia de trabajar en materia de prevención y hacer a los padres más responsables. "Las tecnologías avanzan a mayor velocidad que lo hace nuestro sistema educativo al uso de ellas", aclaró. Y en este sentido, define que "no hay limites de tiempo ni de espacio" para el uso de una tableta o un móvil por parte de un menor. Sin embargo, matiza que "no hay que negar el acceso a internet, es una fuente de información para nuestra libertad. Pero hay que respetar el uso de esas tecnologías".