El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 19.100 euros a un vecino de San Fernando por los daños y secuelas que sufrió tras una operación en la que el cirujano olvidó en su interior una compresa. La intervención quirúrgica, realizada por el Servicio General de Digestivo, fue realizada en el hospital Puerta del Mar de la capital gaditana el 1 de junio de 2007.

Tras la reclamación oportuna, el SAS resolvió en vía administrativa indemnizar al afectado con 10.000 euros. Pero el paciente, a quien representó el abogado José Luis Ortiz Miranda, decidió plantear un contencioso y, tras analizar la demanda, el juez ha fallado en su favor. Considera que debe ser indemnizado con la cantidad reclamada, 19.100 euros, por los daños y secuelas sufridos debido a un mal funcionamiento del servicio público.

Ortiz Miranda, letrado colaborador de la Asociación del Defensor del Paciente, explicó ayer que a los pocos días de ser operado de eventración, el enfermo, F.F., de 50 años de edad, comenzó a sentir dolores abdominales y pélvicos y que el especialista en digestivo no les dio importancia.

La operación fue realizada en junio y el hombre fue citado para varios meses después: para el 10 de octubre de 2007. Pero las molestias continuaron durante el verano en forma de pinchazos y punzadas abdominales y se hicieron más intensas. Sólo la continua toma de analgésicos hacía llevadero el dolor.

En septiembre, el paciente solicitó una cita urgente con el cirujano y se la dieron para el 1 de octubre. Los dolores continuaban, cada vez más insoportables. Y la dosis de analgésicos tuvo que ser incrementada.

El cirujano apuntó que los dolores podían estar relacionados con la intervención quirúrgica realizada en junio, debido a adherencias intestinales o estiramientos de la malla.

El especialista en digestivo decidió entonces hacer un estudio del cuadro doloroso y un TAC abdominal confirmó luego la presencia de una compresa quirúrgica de 83 por 87 milímetros que había olvidado el cirujano y que presentaba hilo radiopacoperimetral de densidad metálica en todo su contorno.

Al cabo, tras ser programada una intervención, la compresa fue extraída.

El abogado de la víctima comentó que al paciente le quedaron como secuelas unas molestias abdominales, un perjuicio estético y un agravamiento del estrés postraumático.

Según Ortiz Miranda, el olvido de material quirúrgico utilizado en una operación por parte del cirujano es más frecuente de lo que pueda pensarse. Algo "preocupante, teniendo en cuenta que, por definición, en una intervención quirúrgica se debe tener el más exquisito y delicado cuidado porque está en juego la vida de una persona".

El SAS admitió en su día el olvido de la compresa durante la operación realizada en el hospital Puerta del Mar, aceptó que existía una relación de causalidad entre la asistencia sanitaria prestada y el daño alegado. Pero optó por indemnizar al perjudicado con 10.000 euros en lugar de 19.100 porque consideró que era difícil discernir las molestias sufridas por el paciente tras la intervención de las que ya padecía debido a su patología de base por mala circulación venosa.

"No puede decirse que desde un principio las molestias fueran debidas a la gasa", sostenía la resolución del SAS que ha sido revocada por la sentencia del Juzgado de lo Contencioso.