Un año más, por desgracia, vuelve a la costa gaditana otro clásico veraniego: las estafas en alquileres por internet. En estas fechas, la Guardia Civil está recibiendo numerosas denuncias de afectados, según confirmaron ayer a este diario desde la Comandancia gaditana.

En todos los casos, como suele ser habitual en este tipo de fraude, las víctimas se están topando con casas inexistentes o domicilios particulares de ciudadanos totalmente ajenos al negocio ilegal.

La costa de Conil y urbanizaciones de Chiclana como La Barrosa han sido los destinos elegidos por los afectados de una estafa que reporta sin duda pingües beneficios a sus artífices. Y es que, por regla general, tras todos los fraudes que ya han sido denunciados hasta la fecha, se atisba un mismo modus operandi: anuncios en la red con ofertas excesivamente tentadoras, auténticas gangas de casas en primera línea d e playa por un precio sensiblemente inferior al del mercado, en torno a un 30 o un 40% menos de lo que suele solicitarse en agencias o páginas especializadas del ramo de total confianza.

En la mayoría de los casos denunciados, loa afectados han llegado a abonar por adelantado buena parte de la renta total demandado, alegando el supuesto alquilador para exigir el pronto pago que vive fuera de la localidad.

Desde la Comandancia, así las cosas, han recomendado a los interesados en alquilar una vivienda para la temporada estival que se aseguren de que la casa ofertada efectivamente existe, que procuren no hacer desembolso alguno hasta la llegada a la vivienda y que, en cualquier caso, desconfíen siempre de los precios súper chollos. Jamás nadie ha dado duros a cuatro pesetas.