La historia vuelve a repetirse nada más comenzar un nuevo curso académico, en el que sigue sin solventarse un problema que se arrastra desde hace ya cerca tres años. El ruido originado por las turbinas y sistemas de extracción del IES Las Salinas, donde se imparten módulos de soldadura y carpintería metálica, ha suscitado una nueva denuncia de Stacey Mures Torrejón, una vecina de la avenida Al Ándalus cuyo domilio se encuentra en las proximidades del centro y que lleva advirtiendo de esta situación desde el año 2016.

El pasado 30 de abril, a raíz de esta nueva denuncia interpuesta por la persistencia de los ruidos, se llevaron nuevas mediciones acústicas por la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente. Los resultados fueron desfavorables en algunos de los puntos de medición al situarse por encima de los límites permitidos para entornos residenciales. En otros, no fueron determinantes a causa del ruido de fondo existente en esta avenida de La Ardila.

A raíz de estas nuevas mediciones, el área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento resolvió el pasado 17 de julio conceder a la Delegación Territorial de Educación un mes de plazo "para adoptar las medidas correctoras y aportar medición acústica que justifique que la instalación cumple con el Decreto 6/2012". En dicha resolución se advierte expresamente de que "en caso de incumplimiento se procederá al cierre de las instalaciones que provocan ruido".

También, en dicho informe, se señala que "no existe afección acústica en la vivienda del vecino denunciante, si bien se superan los valores de emisión en el exterior, en la acera del instituto".

La Junta, según indicaron ayer desde el Ayuntamiento isleño, ha presentado un recurso contra dicha resolución que todavía no se ha resuelto, así que el proceso administrativo está todavía abierto. Fuentes municipales afirman que, por esa misma razón, no hay órdenes de paralizar la actividad de dichas turbinas y sistemas de extracción.

No obstante, el abogado de la vecina denunciante, Borja Grandal, ha registrado esta misma semana un escrito en el Ayuntamiento lamentando la "indolencia municipal" y pidiendo que se libre oficio urgente a la Policía Local para proceder "a la inmediata paralización y precinto de las dos turbinas y del sistema de extracción de aire de la cabina de pintura".

Considera que se incumple el decreto del pasado mes de julio al haberse puesto en funcionamiento estas instalaciones "sin adoptar las medidas correctoras requeridas".