Tras varios meses de duro trabajo, son muchos los que deciden pasar sus vacaciones cerca de la playa y no son pocos los que deciden por la opción de un apartamento cerca del mar. Las crisis ha provocado un cambio en los veraneantes y el alquiler de pisos está en alza porque, en ocasiones, resulta más barata esta opción que la estancia en un hotel. Parece buena idea, pero los timadores han encontrado también aquí un nuevo campo para explotar, han encontrado en el alquiler de pisos una buena forma de ganar dinero a costa de los que buscan un "chollo" de verano.

Internet se ha convertido en la mejor vía para llevar a cabo las estafas. Almudena María Herrero, con otras tres compañeras, encontraron en una página web una casa para pasar sus vacaciones en Conil. "El precio eran 540 euros por semana e incluso, tras hablar con el propietario, nos lo rebajó a 500", explicó la joven. Se pusieron en contacto con los supuestos caseros a través de correos electrónicos en los que les solicitaron el pago de una fianza de 250 euros. Las chicas confesaron que "ya nos parecía sospechoso por el precio", pero no se dieron cuenta de que habían perdido el dinero hasta el fin de semana que llegaron a Conil para instalarse: "Llamamos durante todo el fin de semana pero sólo salía el buzón de voz". Denunciaron el caso a la Guardia Civil. "Sabíamos que no había sido el único fraude inmobiliario de la zona", contó Herrero. No volvieron a saber nada del timador.

Los agentes inmobiliarios advierten de los problemas que acarrea el fiarse de una oferta cuyos precios están muy por debajo de la media. Francisco Rosado, vendedor de Inmoconil, explica que en el mes de agosto, un chalet en primera línea de playa de la urbanización Roche suele costar unos 12.000 euros, mientras que uno de los más baratos se sitúa en los 3.000 euros, pero es una de las urbanizaciones más caras.

Rosado defiende que la mejor manera de adquirir una vivienda en alquiler es mediante las agencias, que funcionan como un intermediario y "son más seguras porque hay alguien que certifica que todo lo que está relacionado con el trato esté correcto". Según el agente inmobiliario, "el fraude generalmente es entre el propietario y el inquilino".

También ha manifestado que ya tenía conocimiento de que se han dado un gran número de timos en los que los clientes habían alquilado una vivienda por un precio muy bajo y el falso propietario había desaparecido tras cobrar parte del dinero. "Sé de casos en los que han pagado un año por adelantado", expresó.

Pero la realidad es que estos engaños van más allá de la época estival y de la zona de costa. Ángeles Torres, estudiante en Sevilla, vivió también el roce con un caso de fraude pero, por suerte, pudo enterarse a tiempo de que el piso que ella creía que era perfecto, sólo era una mentira. Del mismo modo, ella, junto con sus compañeras de piso, buscó por Internet hasta dar con uno en pleno centro de la capital que costaba "un precio de risa", según la afectada. Por prudencia, las estudiantes fueron directamente a ver la calle en la que se encontraba el domicilio. El propietario les dijo que se encontraba fuera del país y no podía enseñarles el piso personalmente. Además les ofreció la posibilidad de ingresar el dinero de la fianza a través de una web de envíos internacionales. Un vecino del bloque fue quien les alertó de que, en realidad, se trataba de una estafa en la que el timador en cuestión, realizaba sus artimañas hackeando la página web a la que le mandaban el dinero para quedarse con los ingresos sin ser detectado posteriormente. Con este método ya había engañado a varias personas.

Hoy en día puede resultar más barato arriesgarse a alquilar sin tan siquiera ver el piso, sólo por ahorrarse unos euros. Por este motivo Francisco Rosado ha querido resaltar que "al final, los chollos, son caros".