El fin de semana grande de la Feria de Primavera comenzaba este viernes al mediodía, con la jornada dedicada a las comidas de empresas. Son muchos los grupos de compañeros de trabajo que se dan cita en el recinto ferial para dar la bienvenida a la feria.

La jornada de trabajo acabó un poco antes de lo habitual “y este año ha quedado registrado que desde que tenemos que picar cuando salimos ya no hay forma de que el jefe mire para otro lado cuando nos venimos a la Feria”, decía uno de los empleados de una empresa de suministros navales situada en el polígono El Trocadero.

Quizás ese fuese le motivo por el que antes de las tres de la tarde la mayor parte de las casetas estuviesen aún vacías. Eso sí, con decenas de carteles de “reservado” porque en días como este hay que tener una previsión. Y es que aunque una de las características de las casetas de la Feria de Puerto Real es su amplitud, quienes no habían hecho una reserva se encontraban con un peregrinar de caseta en caseta, buscando mesa catorce. “No habíamos reservado porque seríamos pocas pero al final se ha empezado a apuntar gente y aquí estamos buscando”, explicaba, algo sofocada, una de las integrantes de un grupo de “amigas de la gimnasia del Pabellón” dispuestas a “recuperar todas las calorías que hemos perdido esta semana”.

Empleadas de la peluquería Estrella García

En la caseta de la Peña Hay Moros en la Costa, ocho de las empleadas de la Peluquería Estrella García, habían colgado secadores y tijeras para disfrutar de la feria. “Llevamos toda la mañana poniendo guapa a las mujeres de Puerto Real para que vengan a lucirse y ahora nos toca a nosotras. Hoy lo damos todo que esta tarde no abrimos”, decía con entusiasmo una de ellas”. “Y además hoy paga la jefa”, apuntaba otra de la integrantes de este grupo, arrancando aplausos.

Una suerte para este grupo porque “esa bonita costumbre se está perdiendo”, según apuntaban muchos de los grupos que llenaban el recinto ferial.

Compañeros de trabajo, amigos, familias... todos encontraron este viernes una excusa para compartir un rato de convivencia en el Real de Las Canteras que vivía durante el día un excelente ambiente. La sobremesa también fue larga porque en muchas casetas se aprovecho para ofrecer música en directo, que hizo que la fiesta se prolongase hasta bien entrada la noche.