Provincia de Cádiz

La Guardia Civil desarticula un servicio de 'tele-coca' en la zona de la Rana Verde

  • En la operación fueron detenidos un hombre de 48 años y su hijo de 27, que ya están en prisión

La Guardia Civil ha desarticulado en Chiclana un punto de venta de droga que funcionaba como servicio a domicilio. La vivienda estaba ubicada en la zona de la Rana Verde y en el operativo han sido detenidos un pare y su hijo.

Esta operación contra el narcotráfico, denominada Simba, se saldó con la incautación en la vivienda de 13 papelinas de cocaína, que estaban dispuestas para cubrir los encargos realizados, y 220 gramos de cocaína en roca de gran pureza, 1.700 gramos de hachís, 1.350 gramos de marihuana, así como dinero en efectivo y diverso material para la manipulación y corte de la droga, además de una motocicleta con la que se realizaban los pedidos. Tras pasar a disposición judicial, los detenidos han sido enviados a prisión.

En el registro domiciliario se intervino cocaína, hachís, marihuana, dinero y una motocicleta

El operativo se inició cuando guardias civiles de Chiclana detectaron que en un chalet de la zona de la Rana Verde había sospechas de que se estaba llevando a cabo una actividad ilegal de venta de cocaína por teléfono, lo que en el argot policial se conoce como tele-coca. Ese servicio consiste en realizar desplazamientos por la localidad para abastecer de estupefacientes a determinados clientes de un perfil poco relacionado con la imagen habitual del consumidor, que prefiere no desplazarse a lugares relacionados con la venta de estupefacientes.

Las investigaciones de los guardias civiles llevaron a identificar a R.R.G. y J.R.R.O., de 48 y 27 años de edad respectivamente, padre e hijo y vecinos de la localidad, como los responsables de este negocio ilegal, y se comprobó que fundamentalmente el padre se ocupaba personalmente de efectuar los repartos, desplazándose en una motocicleta donde fuera requerido, desde domicilios particulares a bares, restaurantes o talleres.

El detenido tomaba fuertes medidas de seguridad en sus desplazamientos, llegando a utilizar a los compradores como señuelos para así detectar un posible seguimiento policial, todo ello sin que los compradores se percataran de que estaban siendo utilizados.

Además de esta modalidad, los dos arrestados también se dedicaban a la venta en el propio domicilio, por lo que los guardias civiles observaron la frecuente ida y venida de consumidores de estupefacientes, lo que llegó a generar un clima de inseguridad y rechazo de los vecinos de la zona.

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