Sierra

La Guardia Civil interviene en un reñidero de gallos de la sierra de Cádiz con 130 personas en su interior

  • El aforo estaba limitado a 18 personas

  • En el interior había personas de Málaga, Sevilla y otras localidades gaditanas, con restricción de movilidad

Foto del interior del reñidero falicitada por la Guardia Civil.

Foto del interior del reñidero falicitada por la Guardia Civil.

La Guardia Civil de Cádiz está llevando en la zona de la Sierra de Cádiz una serie de dispositivos encaminados a verificar el cumplimiento de las medidas decretadas para frenar la pandemia del coronavirus, que tanto está golpeando ésta zona. Uno de los operativos se desarrolló por distintas unidades de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Villamartín durante la tarde del pasado sábado, como consecuencia del aumento de casos positivos por covid detectados en la zona en las últimas semanas.

Entre las verificaciones de movilidad realizadas, los guardias civiles comprobaron cómo numerosas personas con residencia en municipios con restricción de movilidad se encontraban en zonas de ocio de municipios cerrados perimetralmente, siendo el caso más llamativo el de un reñidero de gallos en la localidad de Villamartín cuyo aforo se había limitado a 18 personas.

Cuando los agentes procedieron a la inspección de la asociación gallística, observaron sorprendidos que se estaba celebrando una tienta de gallos sin respetar las más elementales mediadas de seguridad, incluso previas a la pandemia. Por detallar algunas de las numerosas infracciones observadas se había sobrepasado el aforo permitido para el local, que en condiciones normales estaría en 45 espectadores y que actualmente se sitúa en 18 personas, los guardias civiles contabilizaron más de 130 asistentes sin distancia de seguridad, en muchos casos sin mascarillas o con ellas mal colocadas. Así mismo, se verificó la presencia de varios menores que en ningún caso podrían asistir como público, apuestas ilegales, consumo de bebidas alcohólicas, consumo y tenencia de estupefacientes, tenencia ilícita de armas, maltrato animal.

Una vez verificada la identidad de los asistentes se pudo comprobar que varios de ellos tenían residencia en las provincias de Málaga y Sevilla, además de numerosos vecinos de localidades limítrofes que actualmente se encuentran cerradas perimetralmente como Puerto Serrano, fuertemente castigada por la pandemia.

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