Provincia de Cádiz

Imputan doce delitos de abusos sexuales al ex director de Salesianos

  • El auto del juez incluye cargos por lesiones supuestamente cometidas contra los 27 menores que le denunciaron en julio del pasado 2013

El ex director del colegio Salesianos de Cádiz, el sacerdote Francisco Javier López Luna, ha sido imputado por el juez Miguel Ángel López Marchena en relación con la denuncia de 27 menores. El auto del magistrado incluye dos delitos continuados de abusos sexuales a menores de 13 años, siete delitos continuados de delitos sexuales a mayores de 13 años, 23 faltas continuadas de lesiones y cuatro faltas de lesiones.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía hizo público ayer el auto de instrucción de un caso que provocó un gran revuelo en julio de 2013, cuando la denuncia de la madre de un menor hizo que otros alumnos del centro, de entre 12 y 14 años, se sumaran a la misma por supuestos delitos contra la integridad moral e indemnidad sexual. Teniendo en cuenta que los implicados son menores el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz y el TSJA han considerado que la mejor opción era hacer publico lo fundamental del auto a fin de proteger detalles escabrosos que figuran en la investigación, así como la identidad de los menores.

López Marchena indica en el auto que "una vez vista la descripción de los hechos de forma provisional en relación con cada uno de los menores especificados en los hechos de la resolución, pueden ser constitutivos de los delitos de los que, en principio, puede ser autor el imputado".

El juez también ordena en el auto que sigan las actuaciones contra el ex director del colegio Salesianos de la capital gaditana por el trámite de procedimiento abreviado "por su presunta participación en los delitos y faltas cometidos, presuntamente, en relación con 27 menores".

Sin embargo, el juez declara prescritas y acuerda el sobreseimiento libre de las faltas de lesiones. En el auto de instrucción López Marchena ordena que se dé traslado de las diligencias al ministerio fiscal y a las acusaciones para que estas soliciten la apertura del juicio oral formulando escrito de acusación, o el sobreseimiento de la causa. Según ha podido saber este diario, la calificación de la Fiscalía no tendrá lugar al menos hasta el mes de enero, cuando se conocerá la pena que podría solicitar para el imputado.

El caso estalló en julio de 2013, cuando Verónica Vázquez Bernal, madre de un menor que entonces contaba con 13 años y que era alumno del colegio Salesianos interceptó unos whatsapp entre su hijo y el ahora imputado. El testimonio del menor, que aseguraba que el entonces director lo llamaba de forma reiterada a su despacho, donde supuestamente se producían tocamientos y golpes violentos, hizo que su madre se decidiera a denunciar los hechos ante la Policía.

La Policía tomó declaración al pequeño, que en todo momento mantuvo su versión. Esto, y el hecho de que pronto otras muchas declaraciones de menores fueran coincidentes, reconociendo haber sido víctimas de abusos similares y golpes por parte del ex director del colegio, hizo que la Policía detuviera al cura, que permaneció en situación de prisión preventiva en Puerto II durante un mes, concretamente hasta el 14 de agosto de ese mismo año, partiendo luego hacia la Inspectoría de los Salesianos en Sevilla, donde continúa todavía.

Según relataron los menores, en testimonios que algunas fuentes policiales calificaron como estremecedores, el director del centro los sacaba de las clases en horario escolar e incluso les hacía ir al colegio por las tardes o los fines de semana, algo que llamó la atención de los padres, que se extrañaron de que ningún otro profesor se quejara de este comportamiento. Supuestamente dentro del despacho del director se produjeron los abusos y las agresiones de forma continuada que ahora se le imputan al sacerdote.

Según ha podido saber este medio, algunos menores solicitaron declarar ante el Servicio de Atención Familiar (SAF) de la Policía Nacional sin la presencia de sus padres, ya que no querían que tuvieran que oír con detalle lo que, siempre según loa versión de todos estos menores, ocurría en el despacho del director de Salesianos.

La presión que tuvieron que soportar, y que en algunos casos aún soportan, estos menores fue tremenda, puesto que otros niños les acusaban de denunciar injustificadamente a Javier. Los Salesianos relevaron de inmediato al director de su cargo pero enviaron a un emisario que lo recogió a su salida de Puerto II, donde llegó a recibir gritos de ánimos de algunos ex alumnos. Igualmente, la congregación también accedió a hacerse cargo de los costes de su defensa y no tomará otras medidas hasta que sea juzgado.

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