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Este pueblo es uno de los más antiguos de Cádiz. Una de sus principales virtudes es que conserva buena parte de su esplendor medieval. Fue fundada por fenicios, colonia romana y capital de la cora musulmana de Sidonia. Una escapada no muy lejos de los sitios de costa para disfrutar de la historia.
Es uno de los emblemas de Medina Sidonia. Esta puerta árabe data del siglo X. Pasear por ella es un lujo a cualquier hora del día, se recomienda disfrutar de un paseo por su entorno tanto de día como de noche.
Si hay algo de lo que puede presumir Medina Sidonia, o Assido-Caserina, como la llamaron los romanos, es de su antigüedad. Prueba de ello son sus 20 metros de galerías subterráneas de época romana y que formaban parte del sistema de alcantarillado. Estas galerías son visitables y puedes consultar su horario aquí.
Este es el dulce estrella de esta localidad y cuenta hasta con una denominación de origen. Pese a que es más típico de la Navidad, este dulce es uno de los grandes atractivos de este pueblo. En teoría, fue una sirvienta árabe la que introdujo la receta y después las Jiménez Trejo, que hoy tienen el obrador más famoso del pueblo, montaron una pastelería especializada en alfajores.
El castillo de Medina Sidonia nos permite acceder a un conjunto arqueológico de mucho valor y a unas vistas envidiables. Al estar a unos 300 metros sobre el nivel del mar y estar rodeado por zonas llanas, desde este punto se pueden atisbar otras localidades de la provincia que quedan lejos y hasta el mar.
Este templo es de obligada visita para todas las personas que se acerquen a Medina Sidonia. Su estilo es gótico-renacentista del siglo XVI, con torre acabada en el siglo XVII. Destaca especialmente su retablo, presidido por el Cristo del Perdón, tallado en 1679 por Pedro Roldán.
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