Orlando Antonio Corrales | Arzobispo de Santa Fe de Antioquia

"Miguel Ángel Ibarra falsificó su acta de ordenación"

  • Tras una investigación “a fondo”, la Archidiócesis colombiana concluye que el religioso acusado de ser un falso cura no fue ordenado según los cánones eclesiásticos

Miguel Ángel Ibarra en Santa Fe de Antioquia.

Miguel Ángel Ibarra en Santa Fe de Antioquia. / D.C.

La polémica suscitada en torno al párroco colombiano acusado de ser un falso cura sigue trayendo cola. Si hace poco más de una semana el religioso Miguel Ángel Ibarra defendía la legalidad de su ordenación como sacerdote, ahora la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia, la que primero lo incardinó como cura y luego lo denunció por irregularidades en su nombramiento, sostiene que "Miguel Ángel no fue ordenado sacerdote" según los cánones eclesiásticos, pues "falsificó su acta así como otros documentos".

El arzobispo de Santa Fe de Antioquia, Orlando Antonio Corrales García, ha explicado a este medio que Miguel Ángel se presentó ante él en septiembre de 2011 con documentos que incluían un acta de Ordenación de Presbítero con fecha de 4 de enero de 1998. Y es que entre 1998 y 2011 el colombiano no ejerció realmente como sacerdote "por estar acéfalo", es decir, "sin una diocesis" adscrita. Es más, es en ese periodo de tiempo cuando el supuesto cura se vuelca en su carrera musical bajo el sobrenombre de Ángel Serrati.

Según el arzobispo, un canonista experto analizó los documentos aportados por Miguel Ángel y determinó que eran "válidos jurídicamente" y que "sí había sido ordenado", por lo tanto, podía ser incardinado en Santa Fe de Antioquia, lo que ocurrió en diciembre de 2011. A partir de entonces, Miguel Ángel empezó su trabajo como sacerdote y recaló, entre otros destinos, en los municipios gaditanos de Jimena y Medina Sidonia.

Ángel Serrati, nombre artístico del religioso colombiano Ángel Serrati, nombre artístico del religioso colombiano

Ángel Serrati, nombre artístico del religioso colombiano / D.C.

Ahora bien, hace unos dos meses "surgieron dudas por parte de algunas personas" sobre la ordenación del religioso colombiano, explica Orlando Antonio Corrales, lo que motivó que se desarrollara “una investigación a fondo” por parte del Vicario Judicial al respecto. Así, una vez realizadas las pesquisas oportunas y “con base a documentos originales y varios testimonios, se llegó con certeza a la siguiente conclusión: Miguel Ángel no fue ordenado sacerdote, pues falsificó su acta y otros documentos”.

El responsable de la Archidiócesis colombiana ha asegurado que va a enviar este caso a Roma, "a la Congregación para la Doctrina de la Fe", para esclarecer el asunto. 

Miguel Ángel insiste en que es cura

De otra parte, Miguel Ángel Ibarra sigue defendiendo la legalidad de su ordenación, como ya hiciera días atrás, cuando salto el escándalo. El colombiano ha remitido a este medio un extracto de las notas aclaratorias que el 31 de diciembre de 2018 presentó ante la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia.

En primer lugar, el religioso señala que los argumentos presentados en su contra "no son suficientes". "Nadie podría afirmar que no fui ordenado sacerdote, todo lo contrario, los documentos del procedimiento que culmina con mi ordenación y el testimonio escrito del presbítero David Restrepo, que siguió paso a paso mi proceso, son pruebas evidentes y contundentes para afirmar que, efectivamente, fui ordenado sacerdote el 4 de enero de 1998 en la capilla privada de Monseñor Augusto Trujillo Arango, en Tunja". 

En las notas remitidas por Ibarra a la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia se incluye una cronología detallada de su trayectoria religiosa, una amplia información en la que se adjunta un informe de un Vicario Judicial que precisa lo siguiente: "Consta con certeza la ordenación presbiteral de Miguel Ángel Ibarra el 4 de enero de 1998 por Monseñor Augusto Trujillo Arango, arzobispo de Tunja. Examinados atentamente los documentos que existen, no hay ninguna duda prudente sobre esta ordenación. Teológicamente, jurídicamente, no hay duda sobre su validez [...]. No hay ningún indicio para pensar en simulación".

Ibarra concluye su escrito solicitando al arzobispo de Santa Fe que revise su caso antes de remitirlo a Roma. "Este procedimiento sin información contrastada podría llevar incluso a investigaciones por parte de la Santa Sede sobre su proceder", le advierte. 

"Mi servicio pastoral durante los siete años en los que ejercí el ministerio sacerdotal ha sido siempre de obediencia, demostrada, entre otras cosas, con la petición expresa que usted me hizo de ir a España después de pasar por Frontino, Caicedo, Ebéjico, Tonusco Arriba y, bajo su apoyo y autorización, por la Archidiócesis de Medellín", finaliza su alegato el cura investigado.

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