San Fernando

El PP se queja del despilfarro de agua potable para baldeo o riego en San Fernando

Una máquina barredora de la limpieza en San Fernando recargando agua.

Una máquina barredora de la limpieza en San Fernando recargando agua. / PP San Fernando

El Partido Popular (PP) de San Fernando critica el uso de agua potable para el baldeo de las calles o el riego de las zonas verdes. "Patricia Cavada lleva desde 2015 anunciando iniciativas medioambientales, supuestamente ecologistas. Ha elaborado un plan de contingencias contra sequías, la Agenda Urbana por el Medioambiente, el ciclo combinado del agua. Encarga estudios, charlas y jornadas con cargo al presupuesto municipal. Incluso ha recibido algún premio por su aparente ecologismo. Pero, luego, en el día a día, la alcaldesa socialista desparrama de manera increíble el agua potable en actuaciones, como la limpieza de las calles, que deberían llevarse a cabo utilizando agua regenerada o no potable", critica la concejala Carmen Roa.

Solo en el riego de parques y jardines, explica la formación, el Ayuntamiento isleño gasta anualmente 500.000 metros cúbicos de agua potable, a pesar de que San Fernando cuenta con redes suficientes como para poder utilizar el agua regenerada procedente de la estación depuradora (EDAR), como refrendó recientemente la concesionaria del servicio de Agua, Hidralia.

"¿A qué espera Cavada para asumir que estamos en un momento muy complicado y tomar cartas en el asunto?", se pregunta Roa. "No podemos permitir que un bien escaso, como es el agua, se desperdicie habiendo alternativas al uso del agua potable", insiste.

La concejala isleña considera que el gobierno de Cavada está demostrando que su lucha contra el cambio climático "es un tongo". Las medidas que anuncia para cumplir la Agenda 2030, califica, "son un mero postureo de la alcaldesa". Prueba de ello, expone, es el dinero que el Ayuntamiento lleva gastado en estudios, proyectos, charlas… "e, incluso, la contratación del ex concejal socialista Fernando López Gil como comisario de la Agenda 2030 y de la Agenda Urbana, lo que supone un coste anual de casi 60.000 euros".

"Ninguna de estas medidas tendrán validez hasta que el propio gobierno municipal las asuma. No se le puede exigir a la ciudadanía responsabilidad en el uso de un bien tan preciado como es el agua, máxime en circunstancias como las actuales, mientras el Ayuntamiento despilfarra miles de litros cada año pudiendo hacer uso del agua no potable", añade Carmen Roa. 

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