Provincia de Cádiz

Ponerle puertas al campo

  • El Equipo Roca de la Comandancia de Cádiz muestra el lado más cercano de la Guardia Civil a la vez que vigila centenares de explotaciones agrícolas

Es difícil ponerles puertas al campo. Es complicado vigilar grandes extensiones de terreno, centenares de explotaciones agrícolas y ganaderas que son blancos fáciles para las tropelías de los de siempre. Cuesta trabajo pero el Equipo Roca de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz no sólo lo intenta sino que desde su puesta en marcha hace año y medio los robos han descendido un 2% y la tasa de esclarecimiento de delitos ha aumentado hasta el 60%.

No hay una fórmula mágica para que su ingente tarea llegue a buen puerto. El secreto es trabajo y más trabajo. Miles de horas de servicio y decenas de miles de kilómetros recorridos por la campiña de la provincia prestando servicio, ayudando no sólo a garantizar la seguridad sino dando cercanía, mostrando el lado más humano de un cuerpo que nació para vigilar los caminos y que ahora, siglo y medio después, sigue con su tarea con más entusiasmo, con más preparación, con mayor sicología si cabe para entender y tratar los problemas que se presenta a la gente del campo, para que no se sientan indefensos ante las agresiones externas.

Para conocer de primera mano su labor, Diario de Cádiz acompañó la mañana del viernes a una patrulla del Equipo Roca en su ronda habitual por la campiña de la zona de Jerez y Sanlúcar. Este grupo, formado por cinco personas, tiene su sede en el cuartel de Jerez, aunque depende de la Comandancia de Cádiz. La Comandancia de Algeciras tiene su propio Equipo Roca, que está formado por cuatro miembros y tiene su sede en Tarifa. Su creación fue una iniciativa conjunta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y del de Interior a primeros de octubre de 2013.

El cabo José Domínguez Oneto y el agente Salvador nos explican cuál es su misión. "Mantenemos un contacto directo con agricultores y ganaderos, impartimos charlas y participamos en reuniones que tienen las diferentes cooperativas", nos cuenta Oneto.

Ambos explican que históricamente a la gente del campo le ha costado trabajo denunciar. Desplazarse hasta un cuartel puede significar perder un día de trabajo que sumar al coste de lo que se haya sustraído. "A veces lo que roban, como pueden ser aspersores o conducciones de cobre, lo venden luego en chatarrerías por 200 euros, pero la pérdida para el agricultor puede ser de 7.000 euros porque se les fastidia la cosecha".

El dueño de una de las explotaciones agrícolas que visitamos, en la zona de La Colonia de Sanlúcar, nos cuenta un ejemplo. "El otro día se llevaron tres litros de gasoil de una bomba de achique. Cuando empezó a llover fuerte me hizo falta ponerla a funcionar y no pude. Toda la zona donde cultivo los pimientos se me anegó. Tuve que salir corriendo a buscar combustible para la bomba antes de que se fuera a pique una parte importante de la cosecha". Tres litros de gasoil, menos de cinco euros, puede provocar la pérdida de miles. Es lo que tiene el campo.

Oneto nos cuenta otro caso que les tocó la fibra sensible. "A un hombre le robaron seis guarrillos y una cochina en San José del Valle hace unos días. Estaba desolado. Intentamos consolarlo y hacemos lo posible por encontrarlos. Porque para un hombre con una granja un robo así, en la época del año en la que más se vende este tipo de animales, es un palo muy duro". Y el agente Salvador apunta algo importante. "Si por un robo de aspersores o de maquinaria se fastidia una cosecha les puede arruinar. La cosecha se recoge una o dos veces al año y si no puedes venderla no tienes dinero para comprar más semillas, más materiales, o para devolver el préstamo que has pedido".

Es dura la vida en el campo. Un mundo donde también hay sitio para los pícaros. "Hay gente que ve normal que se lleven dos pollos porque esto ha ocurrido toda la vida. Pero es que para entrar a robar esos pollos a lo mejor destrozan otra cosa. Nosotros intentamos estar cerca, darnos a conocer, dejarles nuestros contactos para que nos llamen si ocurre cualquier incidencia. Además, cuando hablamos con ellos a lo mejor nos comentan robos que han sufrido hace tiempo pero que nos vienen bien para esclarecer otras historias antiguas", dice el cabo primero Oneto.

Entre estas operaciones cabe destacar la denominada Entreaguas, culminada a finales del pasado mes de abril y en la que siete personas fueron puestas a disposición de la autoridad judicial como presuntos autores de un delito de robo continuado de cable de cobre y otro contra el orden público, cometido en las instalaciones que albergan el sistema de emergencia de abastecimiento de agua potable a la provincia de Cádiz.

Estas detenciones evitaron importantes consecuencias para los ciudadanos en general y, muy especialmente, para sectores como el agrícola, donde el agua constituye un elemento fundamental, especialmente ahora en época estival donde este recurso básico se hace mucho más importante si cabe.

Otras actuaciones paralelas a su servicio específico fueron el desmantelamiento de dos plantaciones de marihuana, en la demarcación de Cádiz, o la incautación de dos alijos de droga (743 kilos de hachís, cuatro detenidos y dos vehículos aprehendidos) o la recuperación de un vehículo todoterreno sustraído, en la demarcación de la Comandancia de Algeciras.

Los miembros del Equipo Roca inciden en una cuestión importante. "La mayoría de los cortijos no está habitado, los patriarcas a lo mejor han muerto, o son muy mayores, y los propietarios viven en la ciudad. Entonces a lo mejor hay un guardia jurado vigilando una gran extensión de terreno que se vuelve loco de contento cuando ve llegar a la Guardia Civil, porque siente que no está solo, que estamos pendientes en la medida de nuestras posibilidades".

Además de la Benemérita, hay empresas como Agasa o GS3, ubicada en El Puerto, que se encargan de proporcionar seguridad privada a las explotaciones agrícolas, halcones, como se les llama a estos guardas en la jerga popular.

Ahora es época de recogida de aceitunas en la Sierra de Cádiz y la Guardia Civil también se encarga de controlar las almazaras, creando registros, intentando identificar todas las partidas que llegan e incluso si las aceitunas son de suelo o de vuelo para poder catalogarlas según su calidad.

Durante este año y medio de vida, los integrantes del Equipo Roca han mantenido casi mil entrevistas y reuniones con colectivos agrarios, que les ha permitido mantener un contacto permanente con todas las personas que los integran. Además de facilitarles información para mejorar su propia seguridad y la de sus explotaciones, se les ha proporcionado claves sobre este fenómeno delictivo.

Este contacto directo y permanente con agricultores, acuicultores y ganaderos ha permitido alcanzar uno de los objetivos inicialmente marcados, como era la concienciación de los afectados de la importancia de denunciar todos los robos que se producen, independientemente de la cuantía de lo sustraído.

Esto se ha traducido en un aumento de las denuncias por estos hechos, que anteriormente no se denunciaban por la escasa cuantía de lo robado o por las molestias que le suponía al pequeño agricultor desplazarse a las dependencias oficiales, algo que se ha corregido en gran medida con la aparición de estos guardias civiles y su trato cercano.

Esta cercanía a los colectivos agrícolas y ganaderos ha permitido la captación de importantes informaciones que se han traducido en la puesta a disposición judicial de medio centenar de personas en lo que va de año, esclareciendo otros tantos hechos delictivos que afectaban a diversas explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia.

Asimismo, los miembros del Equipo Roca han efectuado vigilancias e identificaciones -además de en las propias fincas agrícolas y ganaderas- en instalaciones estratégicas como parques eólicos, gasoductos, subestaciones eléctricas o repetidores de telefonía, entre otras estructuras susceptibles de sufrir robos de cobre u otros materiales. Para prevenir el robo de cobre, también se ha ejercido control sobre los posibles receptadores de los elementos sustraídos, como chatarrerías, mercadillos y venta ambulante.

Englobados dentro de las diferentes medidas que integran el Plan contra la Sustracción en Explotaciones Agrícolas, Ganaderas y Acuícolas desarrollado por el Ministerio de Interior, así como en el Plan contra el Robo de Cobre, la actividad de los Equipos Roca también ha dado lugar a la realización de otros servicios en colaboración con otras unidades de las Comandancias contra la delincuencia en zonas rurales, fruto de la colaboración ciudadana y de las labores de vigilancia realizadas.

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