Las cortinas del Teatro Principal cerradas, las luces apagadas y silencio en la sala. Se oye una voz desde el patio de butacas: es un músico en su búsqueda de inspiración para crear la que podría ser su “obra maestra”. Pero no es un músico cualquiera. Es uno que recuerda al maestro Pedro Álvarez Hidalgo, que mantiene un dialogo consigo mismo, a veces con el público y otras lanza preguntas casi retóricas que encuentran respuesta en la banda que lleva su nombre, al son de los villancicos.
La música de la formación, que volvía a dirigir Gabriel Vadillo, se fue mezclando con las reflexiones del músico que interpretó Joaquín Alcedo, y con las palabras de muchos de los integrantes de la banda que expresaron lo que para ellos es la Navidad. Distintas sensaciones, recuerdos de momentos con familias o amigos. Cada uno recordó su propia Navidad, pero todos bajo la misma banda sonora, de la de una banda de música que este año celebra su cuarenta aniversario.
Un pregón coral, emotivo, original y, claro está, muy musical, como se podía esperar de una formación que tiene a sus espaldas tantas navidades como años. Eso le ha hecho, además, ser merecedora de la máxima distinción de la fiesta: la Estrella de Oro, el galardón que otorga la Asociación de Belenistas Ángel Carlier y que impuso la alcaldesa durante el acto.
La banda logró en su bienvenida a la fiesta que el público se volcase con ellos y que se animara a cantar muchos de los villancicos que sonaron, como el ‘Feliz Navidad’, de José Feliciano, con el que se cerró un pregón en el que también se recordó a Mari Tere Quintana, pregonera del pasado año.
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