Tribunales Cádiz

Prisión para el director de un colegio de Sanlúcar por apropiarse de 12.700 euros del centro

  • La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado al profesor a tres años de cárcel por falsificar cheques elaborados con el talonario del centro para después cobrarlos

Sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz, donde se celebró el juicio.

Sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz, donde se celebró el juicio. / Julio González

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado al director de un colegio de Sanlúcar por quedarse con más de 12.700 euros del centro. El tribunal de la Sección Primera ha considerado acreditado que el profesor confeccionó entre noviembre de 2008 y junio de 2009 nueve cheques con el talonario del colegio en los que falsificó la firma del secretario del centro para después cobrarlos en el banco sin ningún inconveniente.

Por estos hechos, el docente ha sido condenado a tres años de prisión e inhabilitado para ejercer empleo o cargo público por otros tres años como autor responsable de un delito continuado de estafa en concurso con un delito continuado de falsedad en documento mercantil. Asimismo, el tribunal le ha impuesto el pago de una indemnización de 12.718,34 euros a favor del representante legal del colegio así como el pago de una multa de 10 meses con una cuota diaria de seis euros 

A la hora de dictar el fallo, la Sección Primera ha aplicado en este caso la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, pues han transcurrido más de diez años desde que se incoaron las diligencias previas el 6 de mayo de 2010 hasta la celebración del juicio.

La resolución judicial, que no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo, recoge como hechos probados que el acusado, funcionario público de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, fue director de un Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) en Sanlúcar desde el año 2000 hasta julio de 2009.

El responsable del colegio gestionaba la contabilidad del centro y custodiaba los talonarios de cheques, "que guardaba en un cajón en su despacho bajo llave". Para confeccionar los cheques, precisa la sentencia, eran necesarias dos firmas, cuales quiera entre las del director, el secretario y el jefe de estudios.

Así las cosas, entre el 27 de noviembre de 2008 y el 24 de junio de 2009, el director, con ánimo de obtener un enriquecimiento ilícito, aprovechó que tenía fácil acceso al talonario y extendió nueve cheques en los que simuló, él mismo u otra persona a petición suya, la firma del secretario del colegio. Todos los cheques fueron elaborados al portador y contra la cuenta corriente de la que era titular el centro. El director los presentó al cobro en la entidad financiera, que se los abonó "sin traba alguna". 

Con esta operación fraudulenta, el procesado logró disponer a su favor de más de 12.700 euros, cantidad que incorporó definitivamente a su patrimonio personal

Durante la celebración de la vista oral, fueron claves las declaraciones tanto del jefe de estudios como del secretario del centro escolar, dos testimonios "fiables, sólidos y coherentes" según el tribunal. Ambos coincidieron en señalar que el director era quien gestionaba las facturas, el pago a proveedores y las cuentas corrientes. Asimismo, el secretario negó que fuese suya la firma que aparecía en los nueve cheques objeto de este caso, extremo éste confirmado por el informe grafológico elaborado por la Brigada Provincial de Policía Científica.

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