El siguiente paso que dará la Operación karlos la llevará de nuevo al Tribunal Supremo, donde ya estuvo cuando la Audiencia Provincial de Cádiz decidió que el caso debía juzgarlo un jurado, hubo un recurso contra esa decisión y luego el alto tribunal la revocó y ordenó que fuesen tres magistrados los que afrontasen la tarea de juzgar a los procesados.

La defensa de Casto Pérez Lara probablemente presentará ahora ante el Tribunal Supremo un recurso contra la sentencia de la Audiencia. También lo hará la defensa de María José Campanario. Su abogado comentó ayer que aún no ha terminado de estudiar la sentencia pero que su "propósito absoluto" es recurrir, ya que todo aquello que no sea la absolución no estaba previsto por él ni por sus clientes, que se consideran "inocentes de todo". No obstante, el letrado explicó que lo primero que hará, "por elemental respeto al tribunal", es estudiar detenidamente la sentencia.

Carlos Carretero, que pactó su condena de cuatro años de prisión con el fiscal, tendrá que ingresar en prisión. Ya estuvo encarcelado en 2006 unos meses, tras ser detenido. Es posible que no tenga que entrar en prisión hasta el próximo septiembre.

Los otros acusados que pactaron su condena probablemente se librarán de entrar en prisión tras solicitar al tribunal la suspensión de condena, algo que les permite el hecho de que las penas con las que se han conformado no superan los dos años de cárcel. El tribunal no está obligado a conceder ese beneficio pero suele hacerlo cuando se dan las condiciones para obtenerlo, entre ellas la de carecer de antecedentes penales.

De ahí que en caso de que Campanario y su madre viesen ratificada en el Tribunal Supremo la pena de un año y 11 meses de prisión que les ha impuesto la Audiencia Provincial de Cádiz, se encuentren también con que les sea concedida la suspensión de condena, lo que les permitiría eludir la entrada en prisión.