El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha fallado a favor de un emigrante temporero de Alcalá del Valle, que había visto reducida su pensión de jubilación por los conocidos en el argot jurídico como ‘periodos superpuestos’, es decir periodos en los que estos trabajadores agrícolas cotizan doblemente, en este caso tanto en España como en Francia.

Esta sentencia sienta jurisprudencia ya que son muchos los temporeros de la Sierra y de otras comarcas de Andalucía que hasta ahora veían como la Seguridad Social realizaba un descuento significativo de sus años de cotización por haberlo hecho en el régimen agrario aquí y en el extranjero, lo que implicaba una considerable reducción de su pensión de jubilación. Ahora la Justicia avala la posición de este pensionista y considera que la forma en que la Seguridad Social realiza ese descuento no tiene amparo en las normas europeas.

El meollo de esta diferencia está en la interpretación que la Seguridad Social hace con respecto a los que se conoce como ‘periodos superpuestos’, es decir, cuando el temporero no deja de pagar el conocido como el sello agrario porque darse de baja y reincorporarse es complejo y se va al extranjero a trabajar, lo que implica doble cotización.

El abogado que ha llevado este caso, Pedro Jiménez Fernández, con despacho en Alcalá del Valle, explica que la Seguridad Social en España reconstruye la vida laboral de un trabajador de aquí por días mientras que en Francia lo hace por trimestres. Jiménez Fernández escenifica que, a grandes rasgos, la Seguridad Social Francesa otorga, por ejemplo, un trimestre, aunque no se trabaje 90 días. Por ejemplo, si un temporero va a la campaña francesa de la uva (20 días), se otorga un trimestre (90 días) o a una campaña de manzanas de 4 meses Francia computa 4 trimestres (360 días). Así que cuando un trabajador pensionista del REASS se jubila la Seguridad Social española pide la vida laboral a la seguridad social francesa y esta informa de los trimestres que tiene el temporero. Y ahí es donde radica ese desfase ya que la Seguridad Social de aquí descuenta no el periodo real en que el trabajador está en Francia sino los trimestres que otorga Francia.

El letrado pone como ejemplo el supuesto de un trabajador de 65 años, con 41 años de cotización al REASS y que tiene en su haber 80 trimestres en Francia, aunque a efectos reales suponen un total de 8 años trabajando en ese segundo país. Cuando se jubile la Seguridad Social no sólo descuenta esos 8 años, sino que multiplica los 80 trimestres por 90 días (7.200 días), que equivalen a 20 años de cotización, bajando la pensión de 750 euros a la mitad. El abogado Pedro Jiménez Fernández, añade que hay muchísimos emigrantes afectados en toda la provincia de Cádiz, especialmente en pueblos de emigrantes como Alcalá del Valle, Olvera, entre otros.

El fallo del TSJA, con sede en Sevilla, que da la razón al temporero objeto de la sentencia frente a la Seguridad Social y que estima el tiempo trabajado en Francia es para este letrado “una importante sentencia puesto que la Seguridad Social emplea esta práctica desde hace años y ahora se ha visto rectificada judicialmente en el sentido de que no procede esa forma injusta de recortar las pensiones de quienes se han visto obligados a emigrar y además han cotizados durante casi toda su vida al régimen agrario. Hay casos en los que esta interpretación de la Seguridad Social, corregida ahora por esta sentencia, supone hasta 300 euros mensuales en la pensión de jubilación por lo que para personas con escasos recursos la trascendencia es considerable”.

La sentencia que sentará un precedente no ha sido recurrida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, con lo que temporeros que se sienten de igual manera que la persona que asistió a los tribunales tienen la esperanza de que se termine con esta práctica.