"Yo no cerré ni abandoné ningún portal informático porque no existió, aunque más quisiera yo que hubiera funcionado". El ex delegado de la Zona Franca de Cádiz por el PSOE entre los años 2004 y 2012 y que sustituyó a Miguel Osuna en el cargo, José de Mier, sostuvo ayer ante el tribunal de la Audiencia Provincial que juzga el caso Rilco que la plataforma de comercio transnacional no había facturado un solo euro por ninguna transacción entre 2001 y 2003 y que el 98% de los ingresos venía del propio Consorcio de la Zona Franca de Cádiz y de otras empresas dependientes de la misma en concepto de personal informático y traducciones y relaciones externas.

La declaración de José de Mier tuvo momento muy tensos que hizo intervenir al presidente de la sala, Manuel Grosso, en más ocasiones que en el resto del juicio. Y es que De Mier se refirió ayer a un informe que elaboró un alto funcionario del Estado dependiente de la Subsecretaría general del Ministerio de Hacienda al poco tiempo de llegar en el año 2004 por los problemas que se habían producido en gestiones anteriores, según De Mier, que llegó acompañado a a Audiencia Provincial por el presidente provincial del PSOE, Manuel Jiménez Barrios.

El informe resultante tiene 90 páginas, de las que 11 están dedicadas en exclusiva a Rilco que "definen claramente todos los problemas que se han ido encontrado en la Zona Franca". Es precisamente este informe el que alerta de que hasta diciembre de 2003 Rilco no había facturado ninguna transacción electrónica.

Sin embargo, la sola mención a este informe provocó las protestas de los abogados de los seis acusados, ya que el mismo no se ha incluido en la instrucción del proceso pese a que éste es el documento que sirve de base a la querella que posteriormente se interpone en el verano de 2005. De Mier asegura que en su día ese informe se le entregó a todos los miembros del comité ejecutivo y a los del pleno del Consorcio de la Zona Franca, incluida a su presidenta, la alcaldesa Teófila Martínez.

Tanto es así que José de Mier llega a decir que en el informe se ponen de manifiesto "hechos de muchísima significación de carácter penal".

De Mier afirma acerca de Rilco que "aquello era un lío y nadie conseguía explicarlo", a la vez que añadió que "ni me sonaba ni me olía bien", por lo que se optó por llevar el tema a la justicia "para saber la verdad".

Pero antes de eso, hubo que recorrer un camino que empezó cuando la Abogacía del Estado recomendó que se hicieran unas auditorías sobre Rilco tras conocer el informe que había hecho el funcionario.

Primero se encargó una a la empresa I-Eon, pero a juicio de De Mier fue muy básico y cuando quiso que entrara en profundidad, esta empresa no lo quiso hacer. Tampoco otra empresa, Sadiel, que fue la que le recomendó a unos profesores de la Universidad de Sevilla que realizaban este tipo de informes y a los que finalmente se le encargó y que valoró a la baja el portal informático.

Precisamente uno de los objetivos de la defensa de Miguel Osuna, antecesor de José de Mier en la Zona Franca, era hacer ver que no hubo tiempo material para encargar dos informes y hacer el intento de otro desde que se pide la auditoría y desde el que se encarga la interposición de una querella por Rilco, apenas un par de meses. El ex delegado del Estado socialista asegura que la querella no se puso "hasta que no se recabaron infinidad de datos".

A pesar de ello, antes de ponerla explicó que intentó enterarse con profundidad de qué era aquello. Así, en septiembre de 2004 acudió a una asamblea de zonas francas de Iberoamérica que se celebró en Puerto Rico "donde nadie fue capaz de hablarme de Rilco".

Asimismo, también negó lo expresado en el juicio por otro testigo, en este caso un técnico de Telvent, acerca de que le hicieron una demostración de cómo funcionaba el portal en la sede de Abengoa en Sevilla ante las dudas que presentaba.

A preguntas de la defensa de los Leiva, el matrimonio propietario de Miami Free Zone, la empresa que se hizo con el concurso para el desarrollo de Rilco, acerca de una declaración que había hecho sobreque esta compañía no había hecho prestación alguna, De Mier señaló que "sí creo que MFZ pudo no haber presentado los trabajos". Asimismo, desconocía que se habían producido certificaciones de entrega de Miami Free Zone a la Zona Franca de Cádiz y que no se han aportado a la querella, tal y como sostenía el letrado.

José de Mier también hizo referencia al expediente que se había abierto a José David Sánchez de Medina, ex jefe de Nuevas Tecnologías en Zona Franca y uno de los acusados, debido al aviso que da la Agencia Tributaria sobre un dinero que recibió éste de una empresa de Miami o Panamá (no pudo precisar el lugar) y la posibilidad de que estuviera relacionado con este caso. Sin embargo, no se llegó a actuar en ese expediente porque poco después Sánchez pidió una excedencia.

El primero de todos en declarar en la jornada de ayer fue Manuel Cabezas, que en su día fue técnico informático de Rilco, quien "machacó" el portal con el objetivo de comprobar su correcto funcionamiento aunque "no llegó a verlo activo" debido a que se marchó antes de que lo hiciera.

No obstante, señaló que contenían "aspectos muy novedosos" que considera de "gran utilidad" como la creación de una comunidad y la posibilidad de hacer transacciones comerciales" con la actuación de las aduanas de por medio".