La empresa portuense Aventuras Proema iniciará en el mes de septiembre una serie de rutas por la Sierra de Cádiz, siguiendo las huellas del bandolero José María El Tempranillo, una iniciativa que aúna deporte e Historia y que está despertando el interés de numerosos aficionados procedentes de toda España.

El impulsor del proyecto es el también portuense Alberto Osorio, deportista y amante de la naturaleza con más de 20 años de experiencia practicando deporte y actividades de montaña.

La empresa Aventuras Proema lleva ya más de diez años dando a conocer al público espacios naturales y practicando deportes de bajo impacto ambiental como son el descenso de cañones o el barranquismo. También ha trabajado mucho con oferta de viajes no solo en España sino en otros países como Portugal y Marruecos.

La idea de poner en marcha esta nueva ruta por la Sierra de Cádiz, denominada Senda de bandoleros, surgió sobre todo a raíz de la pandemia, cuando la dificultad de viajar al extranjero hizo pensar a sus impulsores que una serie de rutas de cuatro días que combinasen el deporte, el senderismo y la historia podrían tener éxito, a imagen y semejanza del Camino de Santiago.

“Queremos que la gente conozca nuestra provincia, que es mucho más que playa”

“Este tipo de rutas funcionan muy bien en otros sitios. Queremos que la gente conozca la provincia y que sepa que hay mucho más que playa y chiringuitos”, explica Alberto, quien destaca además que estas rutas que transitan la Sierra contribuyen en buena medida a impulsar la economía de los pueblos.

La senda Bandoleros consta de cuatro etapas en las que se recorren un total de 80 kilómetros a través de bosques, valles, ríos, puertos y pueblos. Así, se atraviesan castillos y fortalezas que conformaron la frontera occidental del reino nazarí, posteriormente reconquistada para los cristianos por Rodrigo Ponce de León, a quien los Reyes Católicos nombraron señor de las 7 Villas. Los participantes podrán conocer también los ancestrales sistemas de almacenamiento de agua de lluvia, los aljibes de Ubrique, que servían para conservar el agua de lluvia a través de estructuras hidráulicas simples. Podrán descubrir también Los Navazos de Villaluenga, valles cerrados o poljes surcadas, a veces, por pequeños cursos de agua que evacuan a través de sumideros o simas y que se encuentran encajonados entre grandes paredes kársticas. También se podrán sumergir en la historia del bandolero José María Hinojosa El Tempranillo  , que vivió en 1832 en Grazalema. Su boda, nacimiento de su hijo y muerte de su esposa forman parte de su leyenda así como el lugar donde enterró al cadáver de su esposa, que sigue siendo desconocido.

También se recorren espacios como El Pinsapar, un tesoro botánico que se remonta al Terciario, y se recorre el curso del río Majaceite en su tramo desde Benamahoma hasta El Bosque, uno de los senderos más hermosos de todo el parque natural.

Las rutas se celebran de jueves a domingo y cuentan con un aforo limitado de diez personas, siendo seis el mínimo requerido. Los participantes duermen en los pueblos de la Sierra, en establecimientos con encanto, al final de cada etapa, y recorren toda la Sierra por caminos históricos transitados desde la época de los romanos. “Son caminos llenos de Historia”, destaca Alberto, quien añade que la mayoría de los parajes son muy desconocidos para el público en general, que se queda asombrado por la diversidad que presenta la provincia.

Los participantes cuentan con el acompañamiento de 24 horas de un guía y todo está incluido en el precio -330 euros por persona-. Cada participante cuenta además con un pasaporte que va sellando en las distintas etapas.

De momento hay cuatro fechas programadas para los próximos meses, hasta diciembre, y la primera de ellas es en el mes de septiembre cuenta solo con dos plazas libres.