El Consejo Consultivo de Andalucía ha propuesto al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que indemnice con 4.000 euros a una paciente en cuyo historial clínico figuró por error, durante varios años, una enfermedad que no padecía. La mujer reclama 130.000 euros de indemnización porque el documento le atribuía una psicosis maniaco depresiva.

El SAS, que admite el error y acepta la existencia de responsabilidad patrimonial, solicitó un dictamen del Consejo Consultivo, que considera que la indemnización de 130.000 euros reclamada por la paciente no ha sido justificada y es excesiva, “aunque solo sea por comparación con las indemnizaciones procedentes en caso de daños físicos o de secuelas físicas relevantes”.

“La Administración”, señala el dictamen del Consejo Consultivo, “propone una indemnización de 4.000 euros, cantidad que ha de entenderse como razonable, teniendo en cuenta el daño producido, que se concreta no tanto en el error administrativo sino en el esfuerzo que ha realizado la reclamante para que desaparezca de su historial clínico el dato erróneo”.

La paciente presentó su reclamación de responsabilidad patrimonial en junio de 2015, un mes después de que el SAS le hubiese comunicado que había retirado de su historial clínico la anotación errónea.

En esa reclamación, la mujer explica que cinco años atrás se había enterado de que en su historial clínico aparecía, desde julio de 2002, una enfermedad que jamás había padecido: psicosis maniaco depresiva. Al saber de ese error, había solicitado en su centro de salud que fuese subsanado. Ese mismo año, en diciembre, le habían respondido que ya había sido retirada la anotación.

Pese a ello, señala la reclamante, en junio de 2014 volvió darse cuenta de que el historial clínico continuaba atribuyéndole la mencionada enfermedad, aunque esta vez con un contexto distinto: aparecía fecha de inicio, 2002, y de final, 2010. De nuevo solicitó que fuese solucionado el error. Y en mayo de 2015, el SAS le comunicó que ya había sido subsanado.

La mujer indica en su reclamación que todo ello le ha causado un daño moral, un sufrimiento y una humillación. Un daño, afirma, “que se ha ido extendiendo a lo largo de todos estos años de idas y venidas en los que he tenido que demostrar con informes clínicos de psiquiatras y de psicólogo que jamás he padecido dicha enfermedad”.

En una de las respuestas que dio a la paciente cuando pidió la retirada de la anotación, el SAS le dice: “Lamentamos sinceramente la situación vivida por usted y quedamos a su disposición para cualquier consulta o sugerencia que quiera plantearnos”.