Mientras todo el sector naval gaditano aguardaba noticias del Consejo de Ministros y su aprobación del contrato para la construcción del Buque de Acción Marítima (BAM) que Navantia construirá en Puerto Real, la atención se desviaba hacia el Ayuntamiento de Cádiz. Allí, en la mañana de ayer, la alcaldesa, Teófila Martínez, daba a conocer que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) dio el pasado miércoles el visto bueno al precontrato para el proyecto eólico marino que el astillero puertorrealeño construirá para la compañía Iberdrola.

Ya en la reciente visita de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, al dique gaditano, en compañía del presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, avanzaron en este asunto y explicaron que el contrato, de 160 millones, supondrá sobre todo abrir un nuevo mercado internacional para Navantia con la entrada en el mercado eólico marino. De hecho, tras el anuncio del acuerdo, la compañía Iberdrola señaló que "esta adjudicación abrirá a los astilleros de Puerto Real oportunidades de futuro para la construcción de los parques marinos de Iberdrola".

Hay que recordar que la compañía eléctrica declaró a Navantia Puerto Real como proveedor preferente del grupo energético y se dedicará a montar la subestación eléctrica del parque eólico marino Wikinger en Alemania. Dicha fabricación precisará de 600.000 horas de trabajo directo en la planta de Navantia, lo que se traducirá en una ocupación media de unas 250 personas, aunque no se descarta que pueda llegar a haber hasta 500 operarios dedicados al mismo tiempo a este proyecto en los picos de más trabajo. Todo este cometido se realizará de manera íntegra en el astillero de Puerto Real, con la participación de la industria auxiliar. El resto se realizará en los astilleros gallegos.

Ayer, la alcaldesa de Cádiz destacó la importancia de que se vayan dando los pasos administrativos, "más allá de si es importante para los sindicatos y para la izquierda, lo importante es cuando se toma la decisión política". La primera edil gaditana resaltó que, con este acuerdo, "se corrobora que el compromiso de Navantia, la SEPI, y el Gobierno de la nación del señor Rajoy con la carga de astilleros va en serio. Va mucho más allá de la foto de la presidenta de la Junta de Andalucía -Susana Díaz- con el señor Roldán".

Además, señaló el efecto que tendrá para las factorías de Navantia la construcción del proyecto eólico marino porque "era el primero de este tipo que se hacía y después iban a venir otras más", además de "la diversificación de la posibilidad de contratar no solo buques en los astilleros de Navantia.

Y mientras esto ocurría, el Consejo de Ministros, tal y como había anunciado el PP de la provincia, daba su aprobación al contrato para la construcción del quinto y sexto BAM, en Puerto Real y Ferrol. Según la nota difundida por el Gobierno, "el Consejo de Ministros ha autorizado la celebración del contrato de orden de ejecución para la construcción de dos Buques de Acción Marítima oceánicos".

La construcción de los buques se llevará a cabo entre los años 2014 y 2019 con un coste estimado de 166.740.000 euros por unidad. El contrato, añadió la nota, "se celebra mediante Orden de Ejecución al amparo del convenio entre el Ministerio de Defensa y Navantia". El buque que se construirá en la Bahía de Cádiz cuenta con un plazo de ejecución de 30 meses y supondrá 1,1 millones de horas de trabajo tanto propias como de la industria auxiliar.

Los BAM, añadió el Gobierno, "proporcionan la capacidad de protección de los intereses nacionales en el ámbito marítimo. Pueden ser empleados en escenarios de baja intensidad, sin necesidad de emplear unidades de mayor porte como las fragatas. Una vez recepcionados todos los BAM que estaban en construcción, se ha decidido aumentar la serie en dos buques más".