San Fernando

Okupas en el bloque

  • Vecinos de un bloque de la plaza Rodríguez Arias, indefensos ante la problemática situación que viven desde hace meses a causa de "una invasión" okupa

  • Han puesto una decena de denuncias en Comisaría y están a la espera del Juzgado

Bloque de viviendas cuyos vecinos han denunciado una decena de veces a los okupas de uno de los pisos.

Bloque de viviendas cuyos vecinos han denunciado una decena de veces a los okupas de uno de los pisos. / D.C. (San Fernando)

Su vida cambió de la noche a la mañana, hará poco más de cuatro meses. La única vivienda deshabitada que había en el bloque –propiedad de una entidad bancaria– fue okupada. Ocurrió a principios de septiembre. Y los problemas dieron la cara casi de inmediato: gritos, amenazas, peleas, golpes en la puertas, ventanas rotas y un ir y venir constante de personas que nadie conoce y que a los inquilinos de siempre le resulta más que sospechoso.

"Tenemos miedo", afirma uno de los vecinos afectados, que deja bien claro que "no son solo simples problemas de convivencia". "Una vez nos despertaron en plena madrugada. Se habían peleado, estaban aporreando la puerta y gritando 'Te voy a matar' sin parar", recuerda a modo de ejemplo.

Ese tipo de escenas, dice, ha pasado a convertirse en algo demasiado habitual en el bloque. "Nos robaban la luz con un enganche ilegal, así se llevaron varios meses hasta que conseguimos dar con la manera de evitarlo", cuenta.

Son gente mayor, nueve familias que se conocen desde hace años y cuyo día a día se ha visto condicionado por lo que simple y llanamente denomina "una invasión" ante la que se sienten completamente impotentes e indefensos.

Saben bien que su caso no es el único, que esto pasa con más frecuencia incluso de la que se conoce, que es una realidad indeseable a la que muchos ciudadanos se ven abocados sin quererlo y prácticamente sin poder hacer nada para remediarlo."Ya nosotros nos ha tocado", admite el presidente de la comunidad de propietarios, que lleva ya cuatro meses llamando a todas las puertas que puede para intentar buscar una solución. Hasta ahora, la respuesta que se encuentran es siempre la misma: no se puede hacer nada. Es una frase que han escuchado mucho en los últimos meses. Y se sienten desamparados.

La Policía conoce bien el caso. Son demasiadas ya las ocasiones en las que han tenido que llamarla ante los frecuentes incidentes que han sacudido la convivencia de este bloque de viviendas cercano al centro. La última de ellas –que ha sido especialmente sonada, según cuentan los propios vecinos– ocurrió hace apenas unos días.

En la Comisaría isleña consta una decena de denuncias diferentes interpuestas en estos meses contra los okupas. En el Juzgado también se ha presentado otra denuncia, pero todo marcha muy lentamente. Apenas ha habido avance alguno en este tiempo, algo que no aciertan a comprender dada su indefensión. También han recurrido contra la entidad bancaria que tiene la titularidad de la vivienda okupada, cuya pasividad ante el problema lamentan.

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