Efectivos de la Guardia Civil pertenecientes a la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), con base en Villamartín, procedieron la madrugada del pasado domingo a suspender un espectáculo taurino que de manera clandestina se estaba realizando en una plaza de toros de una finca situada en el paraje denominado Rancero, en el término municipal de Arcos.

Los hechos ocurrieron sobre la 01:30 horas, cuando los agentes del Seprona se percataron de una gran aglomeración de vehículos estacionados en un terreno rural de la periferia de Arcos. En dicho lugar, los agentes pudieron comprobar que se estaba celebrando una capea en la que participaban más de 80 personas y en el que se había dado suelta a tres vacas bravas, las cuales eran toreadas de modo alternativo por un grupo de unas 20 personas. Tanto los espectadores como los participantes en la capea estaban consumiendo bebidas alcohólicas, según el relato de los hechos de los agentes personados.

Los miembros del Seprona inquirieron a los presentes por el responsable de las instalaciones, resultando ser el mismo el presidente de una peña taurina arcense. Éste reconoció a los agentes que carecía de la pertinente autorización para poder celebrar un evento de estas características.

Asimismo, los asistentes ni eran socios ni guardan relación alguna con la referida peña taurina. Cada uno de ellos había pagado previamente 20 euros para poder asistir como público a la capea.