Demografía

La Sierra ha perdido en la última década más de 3.600 habitantes

  • La despoblación se ha convertido para la Mancomunidad en el principal problema de la comarca. La pérdida de población afecta ya al 54% de los municipios en Andalucía

Un vecino de Algar sentado ante la puerta de su casa en una de sus calles.

Un vecino de Algar sentado ante la puerta de su casa en una de sus calles. / Ramón Aguilar

Los municipios de la Sierra han perdido en la última década 3.600 habitantes, lo que equivaldría a la población entera de los cuatro pueblos menos poblados de la comarca: Villaluenga, Benaocaz, Torre Alhaquime y Zahara de la Sierra. En 2018 la Sierra de Cádiz se colocó en torno a los 115.000 habitantes, con 31.000 de ellos localizados en un solo municipio, Arcos. Si la Sierra, con sus casi dos decenas de pueblos, fuera un sólo municipio sería el cuarto de la provincia casi con unos pocos  habitantes más que San Fernando.

En algunos de estos pueblos la situación no es estructural, sino crónica y su pérdida se arrastra desde hace décadas. Por ejemplo, Olvera, un núcleo importante en la Sierra con algo más de 8.000 habitantes tiene menos población ahora que hace treinta años (8.864 frente a 8.629 en la actualidad). Lo mismo sucede en El Gastor, Grazalema o Setenil. Pero sobre todo ocurre en Ubrique, con 16.615 habitantes, donde se han perdido 1.300 censados con respecto a 1998. 

La situación de comarcas como la de la Sierra de Cádiz ha alarmado a la Junta, que estima que el 54% de los municipios andaluces están en situación de despoblación y el 25% del total de la población andaluza vive en un municipio que pierde habitantes. El Gobierno andaluz va a delimitar las comarcas más afectadas para” implementar en ellas actuaciones preferentes contra este problema”. La Serranía de Ronda, junto a la zona norte de la comunidad, será una de las primeras en las que se actúe, según anunció en el Parlamento el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, quien ha advertido de que este problema es “un asunto de Estado, que afecta a todos los miembros de la Unión Europea y en el que no caben planteamientos partidistas”, por lo que ha reclamado “la colaboración de todas las administraciones”.

El Bosque es el único municipio de la Sierra que ha ganado habitantes en los últimos diez años

De momento, se ha creado un Comité Coordinador de la Estrategia frente al desafío demográfico que ya ha tenido dos reuniones y que en la próxima cerrará lo que han llamado agenda demográfica. Al tiempo, el Presupuesto que ahora mismo se está discutiendo en la cámara incluye un aumento del 2,5% para empleo agrario y mejora de infraestructuras básicas de los pueblos. El montante total de estas medidas que inciden directamente en la posibilidad de arraigo en los pueblos amenazados por la despoblación se sitúa en 56 millones de euros.

El PSOE y Adelante Andalucía han mostrado su apoyo, con algún matiz y crítica, al Gobierno de la Junta en estas políticas y todos ellos son conscientes que es necesario potenciar infraestructuras y equipamientos. Mientras, Vox lamenta que el aborto no se incluya dentro de las causas que ellos llaman “suicidio demográfico”. Evidentemente, el aborto no es la causa de la despoblación de la Sierra de Cádiz.

De todos los municipio de la Sierra sólo hay uno que en estos últimos diez años haya ganado población. Se trata de El Bosque, que pese a que la crisis de la construcción vació su polígono industrial y cayeron sus tradicionales cerrajerías, ha sabido reinventarse como epicentro turístico de la Sierra.

El presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz y alcalde de Grazalema, Carlos Javier García, reconoce que la estrategia para frenar la despoblación en las zonas rurales pasa por el mantenimiento de los servicios públicos, la mejora de las carreteras y los transportes públicos en las zonas del interior y la puesta en marcha de una ley de financiación local justa y que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de la población asentada en el ámbito rural.

“Se está profesionalizando a las nuevas generaciones en ámbitos de la vida en los que es muy difícil encontrar un empleo en nuestros pueblos. Pero si logramos mantener los servicios que prestamos los ayuntamientos y hay buenas comunicaciones por carreteras y ofrecemos transportes públicos, quién dice que, hoy por hoy, un profesional sanitario, por ejemplo, de Grazalema que preste servicio en Jerez o Ronda no se plantee vivir aquí. Ese es el gran reto: acercar los lugares donde se encuentran trabajos profesionalizados a la gente que decide vivir en los pueblos”, añade Carlos Javier García.

El presidente de la Mancomunidad serrana recuerda que en Andalucía el fenómeno de la despoblación no es tan acuciante como en otras comunidades autónomas porque en los pueblos se han mantenido colegios, guarderías y consultorios o centros de salud. “Y creo que es vital que no se toque ninguno de esos servicios para mantener la vida”, añadió.

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