Tribunales Cádiz

El TSJA confirma la condena a la pareja de la 'casa de los horrores' de Chiclana

  • La Audiencia Provincial de Cádiz impuso a Markus A. y Estrella M. la pena de ocho años de cárcel por haber estafado a varios ancianos a los que robaron tras hacerse cargo de ellos

Markus A. antes de entrar a juicio en la Audiencia de Cádiz.

Markus A. antes de entrar a juicio en la Audiencia de Cádiz. / Jesús Marín

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la pena de ocho años de prisión que la Audiencia Provincial de Cádiz impuso a en primera instancia a la pareja alemano-cubana condenada por haber estafado a varios ancianos a los que robaron tras hacerse cargo de ellos en una residencia de Chiclana, bautizada como la 'casa de los horrores'.

En la sentencia dictada en julio de 2020 por el tribunal de la Sección Cuarta de Cádiz, se consideró probado que la pareja compuesta por Markus A. y Estrella M. se dedicaba, sin tener licencia ni formación para ello, al cuidado de personas mayores de nacionalidad extranjera, los cuales presentaban diferentes patologías.

Mientras los asistían, Markus y Estrella lograron con el consentimiento de los ancianos abrir cuentas a sus nombres, obtener poderes sobre ellas y extraer importantes cantidades de dinero, además, incluso de poner a la venta viviendas y otras propiedades, cuyos beneficios se quedaron.

En 2017 continuaron su acción delictiva con una mujer, María Babes, con la que también contactaron para cuidarla y obtener beneficios de sus bienes. La mujer terminó ingresada en el Hospital de Puerto Real en un estado deplorable y murió al día siguiente de ser dada de alta, de tal forma que en su testamento dejó todos sus bienes como herencia a la pareja condenada.

A pesar de lo solicitado por la Fiscalía, la sentencia estimó que todos los residentes a los que cuidaron Markus y Estrella, aunque “no vivían dotados de lujos”, tenían condiciones dignas para residir. Así, no quedó acreditado que los agredieran, maltrataran o desatendieran grave y voluntariamente la alimentación, el vestido y los tratamientos médicos de los ancianos.

Por eso, la Audiencia de Cádiz condenó a la pareja a ocho años de prisión por los delitos de apropiación indebida y estafa en concurso medial y un delito continuado de falsedad en documento público; en cambio, los absolvió de los delitos de lesiones y maltrato continuado.

La resolución judicial fue recurrida ante el Alto Tribunal andaluz tanto por las defensas de los procesados como por la Fiscalía. El TSJA sólo ha estimado parcialmente el recurso de las defensas y ha matizado que en este caso no concurre un delito de apropiación indebida en relación con delito continuado de falsedad, sino que se trata de una "unidad natural de acción", "sin que ello tenga repercusión alguna sobre la pena impuesta".

Por su parte, el recurso de la Fiscalía planteaba, entre otras cuestiones, que la pareja fuese condenada, además, por maltrato y lesiones a los ancianos. El TSJA ha desestimado este planteamiento al considerar, como ya hiciera la Audiencia, que no existía relación de causalidad entre las patologías que sufrían los mayores y la actuación de Markus y Estrella.

El juicio por el caso conocido como la ‘casa de los horrores’ de Chiclana se celebró en junio de 2020 en la Audiencia de Cádiz. En la vista,  Markus se acogió a su derecho a guardar silencio mientras que Estrella contestó únicamente a las preguntas de su abogado.

La mujer manifestó al tribunal que tenía una larga experiencia en el cuidado de ancianos, una labor que desempeñó primero en un geriátrico en Tenerife y después en un chalet en Chiclana, por cuenta propia, con la ayuda de Markus.

Así, explicó, se trajo de la isla canaria a dos residentes, Elisabeth y Silvestre, y, un tiempo después, a otra anciana viuda y sin hijos, María Babes, de 101 años.

“Yo los alimentaba, los aseaba, les cambiaba los pañales, les daba sus medicinas... Ellos estaban muy contentos en Chiclana”, aseveró. “A cambio de su manutención, ellos me pagaban entre 1.100 y 1.200 euros al mes de sus pensiones”.

Respecto a si estaba autorizada o no a gestionar las cuentas corrientes de los ancianos, Estrella señaló que Elisabeth le otorgó un poder en el año 2012 pero que no hizo uso del mismo hasta que no falleció su marido. De María Babes dijo en fase de instrucción que ésta la autorizó a sacar 90.000 euros de sus ahorros. Tuvo su consentimiento, según ella, porque la anciana le refirió: “Lo mío es para ti”.

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