La celebración de Halloween volvió a desmadrarse en la noche del lunes, dentro de lo que viene siendo habitual por parte de algunas personas incívicas que aprovechan esta fecha como excusa para cometer actos vandálicos y gamberradas en distintos puntos de la ciudad.

Al margen de los huevos arrojados contra algunas viviendas de toda la ciudad, las zonas que peor parte se llevaron fueron Vallealto y las urbanizaciones de la Costa Oeste. Ya tras la noche del sábado, en las inmediaciones del parque Antonio Álvarez, en El Juncal, aparecieron tres contenedores calcinados en una isleta de reciclaje. El Ayuntamiento ha valorado en unos 2.740 euros los gastos de retirada de los restos y la reposición de los contenedores, un gasto al que hay sumar los derivados de otro acto vandálico registrado hace unas semanas en el centro de la ciudad, en las calles Ganado y Zarza, con tres contenedores quemados.

Pero lo peor estaba por llegar en la noche del lunes, cuando en la urbanización Vallealto -donde se concentra el mayor número de personas para visitar las casas decoradas para la ocasión- se produjeron destrozos en más de una docena de vehículos, que amanecieron al día siguiente con las lunas rotas y algunos también con pintadas. Los afectados aseguran que fue una noche especialmente intensa en lo que a vandalismo se refiere. "Había grupos de personas encapuchadas que arrojaban huevos a la Policía Nacional", aseguraba a este periódico uno de los vecinos de la zona.

También durante la noche del 31 de octubre se registraron otros 14 incendios de contenedores de basura, en zonas como Vallealto, Valdelagrana y las urbanizaciones de la Costa Oeste. Los bomberos tuvieron que acudir a zonas como el Camino del Juncal, la calle Doctor Alfredo J. Suar Muro, la avenida de la Paz, la glorieta Giralda, calles Mar de Bering, Prado, Pajar, Barbecho, avenida Mar Cantábrico, calle Urogallo, avenida de Cádiz y calle Prado del Rey, registrándose esta última salida se registra a las tres de la madrugada.